El sistema doble del peso en Cuba, vigente desde hace 20 años, pronto dejará de existir y el fabricante de cigarros Brascuba está listo para la unificación de la moneda.
“Es inminente: estamos preparados y la esperamos para el primer trimestre”, dijo el 30 de diciembre en una entrevista telefónica Alexandre Carpenter, copresidente de Brascuba, una alianza entre Souza Cruz S.A., con sede en Río de Janeiro, y la empresa estatal Tabacuba. Por ahora, no hay una fecha establecida para el cambio de la moneda, dijo.
El proyecto de una moneda única fue presentado en 2013 y se concreta en momentos en que el país de 11.1 millones de habitantes, donde la mayor parte de la economía se halla bajo control estatal, abre lentamente sus puertas a los países extranjeros y a más privatización.
El presidente del Banco Central de Cuba, Ernesto Medina, dijo a la agencia de noticias estatal del país en octubre que la eliminación del sistema doble es un paso fundamental en la preparación de la economía para el mercado global.
El presidente estadounidense Barack Obama anunció el mes pasado planes de restablecer relaciones diplomáticas con Cuba e incrementar el comercio y los viajes a la isla.
La caída de los subsidios de la Unión Soviética obligó al Gobierno cubano en 1994 a crear un peso convertible por valor de $1 en un esfuerzo por mejorar el acceso a los dólares que ingresaban al país a través del turismo y las remesas de los cubanos que vivían en el exterior.
El peso convertible conocido como CUC circula junto a los pesos no convertibles que la mayoría de los cubanos recibe como salario y utiliza para comprar productos básicos.
La empresa constructora brasileña Odebrecht S.A., responsable de las obras en un puerto, aeropuertos y en un ingenio azucarero de la isla, también está lista para un peso único, según una persona allegada a las discusiones.
La persona solicitó no ser nombrada dado que el gobierno mantiene la privacidad de la información para evitar una corrida por la moneda.
La unificación se ve impulsada asimismo por la caída de los suministros preferenciales del petróleo proveniente de Venezuela, que permitieron al presidente Raúl Castro mantener los subsidios a productos básicos con precios en pesos no convertibles, según Rafael Romeu, presidente de la consultora económica DevTech Systems y miembro de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana, con sede en Washington.