La cultura corporativa constituye la base fundamental de cualquier modelo de negocios, porque define la forma como se hacen las cosas en una organización, sus creencias, estilo de liderazgo y sus esquemas de relaciones internas y con el entorno competitivo. Por lo tanto, la cultura corporativa no es solo un aspecto interno de las organizaciones, sino que se materializa en sus relaciones con el entorno.
Esta variable de la gerencia que parece tan simple, termina por establecer las ventajas competitivas más sostenibles y la forma como la empresa crea valor en el tiempo. Se traduce en la frase “no es lo que la empresa hace, sino cómo lo hace”.
Cuando los CEO de Disney, Tesla y Uber renunciaron al consejo de gobierno después de que Trump anunciara que retiraría a Estados Unidos del acuerdo climático de París, no lo hicieron bajo una lógica política, sino porque esta acción contradijo sus valores y creencias, tanto personales como corporativas. Esta fue una decisión basada en la cultura y ventajas competitivas que estas marcas están creando en esta nueva era de la sostenibilidad asociada a los negocios.
Justo Villafañe, un reconocido académico y consultor español establece que internamente las funciones de la cultura son tres: adaptación, cohesión e implicación. La adaptación facilita el consenso respecto a la misión de la organización, las metas operativas, los medios necesarios para alcanzarlas, los criterios para medir resultados y las estrategias. La cohesión da sentido de pertenencia al grupo, en donde la función cohesiva de la comunicación es innegable, cuando esta se impregna de la cultura, y la implicación ofrece coherencia y compatibilidad entre el sistema de valores de la empresa y la gente. La voluntad para actuar de acuerdo al proyecto de empresa.
Pero la cultura debe tener capacidad de interpretar el espíritu del tiempo y evolucionar sin perder su código genético. Dice Elena Granell, autora del libro Éxito Gerencial y Cultura Corporativa, que si la cultura organizacional es un conjunto de valores, creencias y conductas que han resultado exitosas para una empresa, es lógico pensar que cuando la estrategia de la organización y entorno cambia, la cultura que antes había sido un apoyo puede convertirse en un obstáculo o freno.
Por ello, la cultura corporativa puede ser una gran ventaja competitiva o la causa de la desaparición de un negocio.