Las cuotas que dan a los bancos, aseguradoras y fondos la posibilidad de invertir dinero de clientes en el extranjero se están convirtiendo en un bien codiciado en China, según personas familiarizadas con el tema.
Las instituciones financieras que no poseen este tipo de acceso pagan hasta 3% anual, tres veces más que el año pasado, para contratar parte de las asignaciones de sus pares, según una de las personas. Otra dijo que las empresas piden 2% en comisiones. Las cuotas, que emite el organismo regulador cambiario chino en el marco del programa Inversor Institucional Local Calificado (QDII, por la sigla en inglés) se han mantenido sin cambios en $89 mil 990 millones desde marzo de 2015, según datos que recopiló Bloomberg, en momentos en que el país busca poner freno a la fuga de capitales que debilita al yuan.
Mientras la mayor demanda de QDII demuestra la eficacia de la acción gubernamental contra las vías ilegales, como la facturación de transacciones inexistentes, la caída del yuan y el rendimiento por debajo del promedio del mercado bursátil del país obligan a los inversionistas a acumular activos en el extranjero.
El yuan local ha declinado 2.9% este año, el peor desempeño asiático.
El aumento de la demanda de activos extranjeros “obviamente refleja la expectativa de un yuan bajo a corto plazo y objetivos a largo plazo como la diversificación”, dijo Andy Ji, estratega cambiario en Singapur de Commonwealth Bank of Australia. “También coincidió con una desaceleración cíclica de la economía que afecta el retorno de los activos financieros locales”.
La Administración Cambiaria del Estado, que aprueba las cuotas del QDII, no respondió a la consulta enviada por Bloomberg News.