La catástrofe minera de Brasil lleva a los inversores a preguntarse si Samarco Mineração SA podrá resistir las consecuencias.
Dos diques de la mayor operación de la productora de mineral de hierro cedieron hace cinco días y desencadenaron un torrente de agua y lodo que dejó un saldo de por lo menos 3 muertos y 25 desaparecidos.
El sitio está ahora cerrado por tiempo indefinido. Deutsche Bank AG estima que los costos de limpieza podrían superar los mil millones de dólares.
A medida que los investigadores analizan la causa del desastre, las familias locales lloran a sus muertos y continúan las operaciones de búsqueda de los desaparecidos, crece el escepticismo respecto del futuro de la empresa conjunta conformada por BHP Billiton Ltd. y Vale SA, sobre todo entre los acreedores de Samarco.
Los $2 mil 200 millones de pagarés de la compañía, que han perdido un tercio de su valor desde el 5 de noviembre, se negocian ahora a 56 centésimos. A los inversores les preocupa que una suspensión temporaria de la licencia de Samarco para operar en la zona pueda hacerse permanente, lo que asestaría a la empresa un golpe que podría ser fatal, dijo Patrik Kauffmann, un administrador de dinero en Zúrich de Solitaire Aquila Ltd. La gente es escéptica respecto del nombre, dijo Kauffmann. “Si el Gobierno le retira la licencia a una compañía, eso puede tener un enorme impacto económico”, añadió.
Samarco y BHP señalaron que es prematuro decir cuál fue la causa del accidente. En una declaración por correo electrónico enviada a Bloomberg, Samarco dijo que en este momento se concentra en proporcionar ayuda a las familias y en mitigar los daños medioambientales. La compañía analizará en el futuro el resto del impacto del accidente y sus consecuencias, según la declaración.