Rebecca Álvarez, madre soltera de 48 años que ha buscado empleo durante más de un año, obtuvo un alivio de un mes.
La residente de Monrovia, estado de California, que perdió su trabajo como administradora de redes de computación en marzo de 2008, empezará a desempeñarse en un quiosco en la Feria del Condado de Los Ángeles, con la mitad de la remuneración de su empleo anterior.
Su historia muestra cuán difícil les resulta a los desempleados estadounidenses encontrar trabajo aun en momentos en que el país empieza a emerger de la peor recesión desde la década de 1930. Muchos aceptan cualquier trabajo que puedan obtener y ven cómo sus ingresos caen.
A los funcionarios de la Reserva Federal les preocupa los largos períodos de desempleo y la necesidad de “reubicarse” lejos de trabajos anteriores hagan que las personas pierdan destrezas, obstaculizando cualquier repunte de la contratación.