Dos personas fueron detenidas en Suiza en relación con la investigación sobre una empresa consultora con sede en Ginebra, que fungió como intermediaria entre la petrolera estatal de Venezuela y algunos de sus principales clientes.
Los ejecutivos de Helsinge, Inc., fueron arrestados en los últimos días luego de acusaciones que se incluyeron en una querella contra Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa), dijo una fuente allegada al caso. La fuente habló bajo condición de anonimato, debido a que no estaba autorizada para discutir del tema públicamente. La fiscalía de Ginebra confirmó la detención de los ejecutivos de Helsinge por sospecha de corrupción y lavado de dinero. Sin embargo, no dio más detalles, como el nombre de los implicados. Helsinge se creó hace 14 años en Panamá, con oficinas en Miami, Ginebra y la isla Jersey, en el Canal de la Mancha, y posteriormente se volvió el conducto a través del cual algunos de los clientes más grandes de Pdvsa, supuestamente obtenían información interna sobre sus licitaciones para exportar petróleo y compras de crudo ligero.
De acuerdo con la demanda civil presentada la semana pasada en una corte federal en Miami por parte de un fideicomiso vinculado con Pdvsa, el esquema para fijar precios, licitaciones arregladas y el robo de información altamente confidencial clonando los servidores informáticos de la empresa, arrebataron a la empresa del gobierno socialista miles de millones de dólares en ganancias desde 2004. Al parecer, la trama fue llevada a cabo por dos operadores de Pdvsa, Francisco Morillo y Leonardo Baquero.
Ellos, junto con el ciudadano suizo Pierre Gay, están en una lista comercial como representantes de Helsinge en Ginebra. A cambio de revelar información y otras ventajas desleales, Helsinge -que no estaba autorizada a hacer transacciones directamente con Pdvsa- supuestamente cobró fuertes anticipos mensuales descritos en la demanda como “Coconspiradores Empresa Petrolera”, además de una compensación de hasta 0.22 dólares por producto de barril comprado o vendido. Los supuestos coconspiradores nombrados como acusados en el caso incluyen a la empresa rusa Lukoil y Glencore, con sede en Suiza.