El saldo de la deuda pública al cierre del mes de octubre se ubicó en $25,814 millones, cifra que representa un aumento de $876 millones en comparación con el mes anterior y de $2,396 millones si se compara con los $23,418 millones que había de deuda en octubre del año pasado.
El incremento en el saldo de la deuda en octubre se explica por la emisión de $550 millones colocada en los mercados internacionales a través de la reapertura del Bono Global 2050. Además, se emitieron Bonos y Letras del Tesoro por $119 millones en el mercado local para completar la financiación del Gobierno.
Por su parte, organismos multilaterales desembolsaron en octubre $239 millones, entre los que destacan $200 millones de un programa suscrito con el Banco Interamericano de Desarrollo y $9.2 millones correspondientes al proyecto de Saneamiento de la Ciudad y Bahía de Panamá con el Banco de Desarrollo de América Latina - CAF.
El saldo de la deuda se vio ligeramente afectado (aumentó $500,000) por la apreciación del yen japonés respecto al dólar. Esto es porque Panamá tiene una emisión en el mercado nipón, colocada en el año 2011 por el equivalente de $500 millones.
En lo que se refiere al servicio de la deuda, es decir, los pagos que hace Panamá en concepto de capital e intereses generados por la deuda, en octubre destacan pagos de capital a multilaterales por $21.8 millones y $50.5 millones en intereses generados por los bonos globales, el principal vehículo de endeudamiento del Gobierno de Panamá.
Cuanto mayor es el saldo de la deuda, más recursos públicos tiene que destinar el Ejecutivo para pagar los intereses generados.
La reciente emisión internacional hace que la deuda externa ($20,548.8 millones) gane peso en el total de los compromisos sobre la deuda interna (5,265.8 millones).
Fuera del balance
En los $25,814 millones de deuda que muestra el balance oficial no se incluyen los compromisos de entidades que no forman parte del sector público no financiero, como el Canal de Panamá, como tampoco del aeropuerto internacional de Tocumen, la Empresa Nacional de Autopistas y la Empresa de Transmisión Eléctrica, las tres excluidas del sector público no financiero en una reforma legal introducida en la pasada administración. Estas tres compañías estatales, que cuentan con ingresos propios, han elevado considerablemente sus niveles de deuda en los últimos años para ejecutar distintos proyectos.
Tampoco figuran en las cifras oficiales los compromisos adquiridos por el Gobierno en concepto de contratos llave en mano. En este esquema de contratación, utilizado por esta administración en grandes obras como las línea 2 del Metro de Panamá y las ampliaciones de la carretera Interamericana, el contratista aporta el financiamiento del proyecto y el Gobierno lo paga posteriormente siguiendo un calendario de pago. Solo la presentación de cuentas parciales refrendadas por la Contraloría General de la República se considera deuda del Estado.