La lista de la Comisión Europea (CE) que incluyó a Panamá por supuestas deficiencias en sus estrategias contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo, hace aguas. De un lado, los socios del viejo continente objetan la falta de transparencia en la metodología para elaborar la lista publicada el pasado 13 de febrero. Del otro, el presidente de la institución europea, Jean-Claude Juncker, insiste en su ratificación.
Fuentes diplomáticas explicaron que la mayor parte de los Estados se han opuesto a la validación de esta lista por la opacidad con la que se ha decidido qué jurisdicciones iban a ser señaladas.
El diálogo con los países considerados díscolos era una de las condiciones dictadas por el propio bloque europeo para llevar a cabo el proceso de selección, y su incumplimiento resta transparencia y credibilidad a las instituciones de la Unión Europea (UE).
El embajador de Panamá en Bélgica y ante la UE, Miguel Verzbolovskis, certificó que hubo “incorrecciones” por parte de representantes de Europa en el diálogo con Panamá. “La CE hizo llegar la lista de supuestas deficiencias a nuestra Cancillería el 29 enero. Ya había decidido la inclusión del país sin escucharnos”, añadió.
Miguel Verzbolovskis, embajador de Panamá en Bélgica y ante la UE
En una carta enviada al presidente, Juan Carlos Varela, el 28 de febrero, Juncker señaló que la evaluación a Panamá “sigue señalando que existen deficiencias estratégicas en una serie de aspectos, fundamentalmente en lo tocante al alcance y la eficacia de las medidas adoptadas por Panamá en materia de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, en particular en relación con la transparencia de la titularidad real”.
Una advertencia que, en la práctica, tiene poco peso. La lista de la CE, que además de Panamá incluye a otras 22 jurisdicciones como Arabia Saudí o Puerto Rico, debe ser apoyado por una mayoría cualificada de un total de 16 países de la UE y además el 65% de la población del bloque europeo. Pero en este momento no cuenta con los apoyos suficientes. 27 de los 28 países que componen la UE han presentado su negativa. Bélgica ha sido el único Estado miembro que no se ha opuesto oficialmente a dicha lista. Aunque el Parlamento europeo, el órgano que recoge el sentir de la población europea, votase a favor, la lista quedaría igualmente revocada.
La decisión todavía no ha sido comunicada formalmente. Habrá que esperar a la próxima reunión de ministros de los 28 países de la UE para ver la lista anulada. Tras el suspenso general, el Ejecutivo comunitario deberá reanudar las consultas con los países miembros para adoptar una nueva lista. Pero la CE se resiste a aceptar que su propuesta no saldrá adelante.
Fuentes de la institución europea calificaron de “pretexto” las razones esgrimidas por los Estados miembros, ya que -según dijeron- se consultó a expertos de todos los Estados miembros que, antes de publicar la lista, aprobaron la metodología. “Analizaremos la situación al final del procedimiento”, señaló una portavoz del Legislativo de la UE.
Bruselas se basó en la Directiva 2018/843/UE del Parlamento Europeo y del Consejo contra el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo, conocida como Quinta Directiva, para elaborar la lista publicada hace poco más de dos semanas. En el compendio de reglas se rechaza el anonimato en el mercado de criptodivisas como el bitcóin, se prohíbe a las entidades de crédito e instituciones financieras mantener cuentas anónimas, y establece el compromiso en el intercambio de información sobre la verdadera identidad de los propietarios de empresas y fondos.
El elenco de países considerados con “alto riesgo” de blanqueo de capitales, presentado hace poco más de dos semanas, no contemplaba sanciones de ningún tipo, pero sí obligaba a los países incluidos a imponer condiciones de diligencia debida con el cliente y a reforzar los controles a los bancos que tuvieran relaciones financieras con Europa. Tanto Estados Unidos como Panamá han expresado “dudas importantes” sobre “la sustancia de la lista y el deficiente procedimiento”. En este sentido, la vicepresidenta Isabel de Saint Malo se reunió el pasado jueves con varios embajadores de países de la UE en Panamá, para compartir los avances del país en materia de lucha contra el lavado de activos y su compromiso con la transparencia.