No se suponía que las cosas serían así, pero quienes ayudan a las empresas estadounidenses a instalar su producción en México dicen que tienen un muy buen año. Tecma Group tiene más negocios que nunca en las tres décadas que lleva organizando traslados.
Tan solo en las últimas semanas ayudó a trasladarse al sur a una firma fabricante de equipos de limpieza y a una compañía de empaque. Mexico Consulting Associates, cuya sede está en Chicago, tiene tres nuevos clientes interesados en México.
Keith Patridge, que dirige McAllen Economic Development Corp., estima que al menos 12 compañías se instalarán este año en Reynosa. Otra firma, Tacna Services Inc., ha ayudado a dos empresas a establecerse en la zona de Baja California.
Se pensaba que la promesa del presidente Donald Trump de abandonar o renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) iba a desalentar a las compañías que consideraran traslados. Pero muchas mantienen sus planes de instalarse en México, incluso si no se renueva el pacto, según los expertos que ayudan a las firmas a trasladarse y a encontrar nuevas plantas.
Muchos son los factores que determinan las decisiones, pero las empresas han hecho un simple cálculo: la mano de obra barata de México –se ahorran $20 mil por empleado en comparación con Estados Unidos– basta para compensar los mayores costos de cualquier arancel que pueda imponerse si desaparece el Tlcan.