Escasez obliga a cocinar con leña



Con las vías respiratorias inflamadas y afónica quedó Carmen Rondón, una ama de casa de 66 años, tras inhalar durante casi un mes el humo de la leña que usó para cocinar en su casa, obligada por una tenaz escasez de gas doméstico en Venezuela, el país con las mayores reservas de crudo del mundo.

En la localidad sureña de San Félix, donde vive Rondón, encontrar una garrafa de gas se ha hecho cada vez más difícil y, si se consigue, su precio supera en 50 veces el estipulado por el Gobierno.

Según analistas, la baja disponibilidad de gas obedece a la disminución de la producción petrolera en cerca de un millón de barriles por día (bpd).

Sin embargo, la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) asegura que los problemas se deben a las dificultades para distribuir los balones, debido a que su flota ha sido atacada en distintas oportunidades durante los más de cuatro meses de protestas antigubernamentales.

Nueve de cada 10 hogares venezolanos consume gas doméstico en cilindros y solo el 10% lo recibe directamente por tuberías, de acuerdo a cifras oficiales, porque no se ha cumplido con un “plan de gasificación” diseñado por el Gobierno hace 12 años y que incorporaría unos 5 millones de hogares a la red en 2015.

Aunque el país sudamericano posee las mayores reservas de petróleo del planeta, la producción de GLP (gas licuado de petróleo) es insuficiente para cubrir la demanda interna y sus exportaciones, por lo que Pdvsa debe importar para cumplir con sus compromisos.

Según datos vistos por Reuters, Venezuela importó 26 mil 370 bpd de GLP en el primer semestre de 2017.

El país petrolero produce unos 50 mil bpd de GLP, según el vicepresidente de Pdvsa Gas, César Triana, quien aseguró que la producción está por encima de la demanda.

“Tenemos gas suficiente, estamos produciendo más de lo que consumimos”, dijo Triana semanas atrás.

Sin embargo, analistas opinan lo contrario. “La escasez de GLP perdurará en los próximos tres o cuatro años, hasta que no se construyan las nuevas plantas de extracción de LGN (líquidos de gas natural) y se aumente la producción de gas asociado, o se tengan las divisas suficientes para importarlo”, dijo a Reuters Nelson Hernández, consultor internacional y exgerente del área de hidrocarburos gaseosos de Pdvsa.

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