Los especuladores chinos que agitan el mercado mundial de materias primas están en plena actividad, con abundante liquidez y, probablemente, duermen poco.
Por segunda vez en lo que va de año, las negociaciones se han disparado en las bolsas del país, lo que ha hecho subir el precio de todas las materias primas, desde el zinc hasta el carbón, hasta su nivel más alto en años, y ha llevado a las autoridades a esforzarse por pinchar la burbuja antes de que estalle.
Los agentes de metales notaron el pánico este mes cuando el frenesí se extendió a los mercados de Londres y Nueva York y provocó unas fuertes oscilaciones en los precios que no parecen remitir.
Al mismo tiempo que los inversores minoristas chinos han invertido en masa miles de millones de yuanes, sin apenas considerar los fundamentales del mercado, los agentes y operadores dicen que llegan aún más fondos de un grupo en expansión de fondos de cobertura acaudalados. Estos buscan mejores retornos en las materias primas a medida que tanto la renta variable como el sector inmobiliario se desvanecen, utilizando a menudo algoritmos y negociando a altas horas de la madrugada, cuando los mercados de Londres y Nueva York son más activos.
“No cabe duda de que los movimientos de los precios y los mayores volúmenes en todo el mundo están siendo dirigidos por los chinos y por especuladores profesionales y actores financieros”, dijo Tiger Shi, socio director de la correduría BANDS Financial Ltd., que cuenta con bastantes de esos fondos como clientes.
“Los fondos de cobertura e inversores institucionales occidentales no saben bien qué está pasando. A menudo estaban acostumbrados a negociar con factores macro o decisiones de la FED, pero ahora se encuentran con que tienen pocas ventajas”.
Shi, quien anteriormente fue jefe de metales en Asia para Jefferies Group LLC y Newedge Financial Inc., estima que China podría tener más de 5,000 fondos de cobertura activos en el mercado de materias primas.
Al menos 10 gestionan activos de más de 10,000 millones de yuanes ($1,400 millones).
El uso de negociaciones algorítmicas, en las que los ordenadores ejecutan múltiples órdenes en milisegundos, está propulsando el volumen y la volatilidad, según Fu Peng, gestor de carteras en Lianzhan Global Macro Fund Management Co. Aproximadamente un tercio de la actividad de las bolsas chinas la ejecutan comandos automatizados, lo que genera más volumen y un mayor dinamismo en los mercados mundiales, estima Shi.
Un reciente ejemplo se produjo el 11 de noviembre, cuando el cobre registró en Shanghái su mayor subida desde que empezó a negociarse en 2004 en medio de un incremento del volumen.
En la Bolsa de Metales de Londres ganó hasta 7.6%, antes de caer 1.7% durante la noche en Asia. La diferencia entre el máximo y el mínimo del día fue de más de $500, la mayor en cinco años, y la intensidad de las oscilaciones fue igual de grande en el mercado de futuros de Nueva York.
En menos de dos semanas este mes, el valor de las transacciones diarias de las tres bolsas de materias primas de China se ha más que doblado hasta alcanzar un máximo de $226,000 millones el 14 de noviembre.