El presidente del banco central de Argentina dijo que la adopción de un sistema de control de la base monetaria y de un rango de flotación determinado para el peso tardará un par de semanas para contener la inestabilidad financiera del país, según el periódico La Nación.
Guido Sandleris, el nuevo titular de la entidad argentina, también señaló en una entrevista con el diario que está prácticamente cerrado un convenio de canje de monedas con China, días después de que Argentina logró ampliar un acuerdo financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El miércoles pasado, el banco central de Argentina dijo que, dentro de un sistema de flotación cambiaria, a partir del lunes utilizará una “zona de no intervención” que se determinó en entre los 34 pesos y los 44 pesos por dólar, rango que se ajustará diariamente a una tasa de 3% mensual.
La entidad también señaló que reducirá a 0% el crecimiento de la base monetaria hasta junio del próximo año, que hasta al momento crecía a una tasa de 2% mensual.
Sin embargo, el viernes pasado el peso de Argentina se depreció un 3.87%, a 41.25/41.30 unidades por dólar -cerca de su mínimo histórico-, y el riesgo país argentino medido por el banco JP Morgan subió 29 unidades, en medio de una marcada cautela inversora.
“Siempre que se pone en marcha un esquema nuevo hay un período de transición y adaptación del mercado hasta que se acomoda a las nuevas reglas y las señales que va dando el central”, dijo Sandleris, que agregó que tardará “un par de semanas” para que los mercados se estabilicen.
Con una devaluación de un 50% de su moneda en lo que va del año y una inflación para 2018 prevista en cerca de 40%, Argentina atraviesa una severa crisis financiera que el gobierno del presidente Mauricio Macri busca contener a solo un año de los próximos comicios presidenciales.
