China abrirá sectores como la extracción de petróleo y gas al capital privado para hacer frente a un crecimiento de las inversiones de las firmas no estatales que se halla en un mínimo récord.
“Las barreras políticas” para la inversión privada serán eliminadas a fin de ofrecer igualdad de condiciones y alentar a empresas no estatales a participar en 165 proyectos presentados en el décimo tercer plan quinquenal, dijo Hu Zucai, vicepresidente de la Comisión para el Desarrollo Nacional y Reforma de China, el principal organismo de planificación económica del Gobierno.
El lunes el Ejecutivo anunció un plan para reducir los costes de las empresas e aumentar su rentabilidad. Los líderes de China están intentando estimular un débil crecimiento de la inversión en activos fijos por parte del sector privado para mantener la viabilidad del objetivo de expansión económica de este año del 6.5%.
“El Gobierno necesita dinero porque tiene que reestructurar un sector estatal enorme”, dijo Alicia García Guerrero, economista jefe para el área del Pacífico asiático de Natixis, S.A. en Hong Kong. “Pero aún no está claro dónde cederán el control”.
En sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la energía -incluida la energía nuclear- puede que haya cierta participación de la inversión privada pero no será“profunda”, señaló García Herrero. Hu reiteró el compromiso del Gobierno de aliviar el peso a las empresas y crear un clima de inversiones justo para la inversión privada.
“Lo más importante es garantizar el máximo acceso al mercado. El Consejo de Estado ha dejado claro que publicará una lista negativa respecto al acceso al mercado”, puntualizó.
La lista negativa especificaría las áreas que se encuentran fuera del alcance de estas inversiones, lo que en teoría dejaría abierto el resto de los sectores a las inversiones privadas.
“Tenemos que generar más canales para que la inversión privada participe en más proyectos de forma rápida y fácil”, dijo Hu. “Tiene que haber un clima de inversiones claro y predecible para los inversores privados”.
PREPARATIVOS
China hace una fiesta para los líderes mundiales, y los mercados alcistas de petróleo quizás se vean afectados por la resaca. Las autoridades de la nación asiática ordenaron a cientos de fábricas que frenen sus actividades antes de la cumbre del Grupo de los 20 en Hangzhou, que se celebrará a comienzos de septiembre, con vistas a garantizar cielos azules cuando se despliegue la alfombra roja.
La restricción, junto con la inundación de comienzos de este verano (boreal), posiblemente provoquen una reducción en la demanda de petróleo de China, el segundo consumidor petrolero del mundo, del orden de los 250 mil barriles diarios en el tercer trimestre, según la consultora especializada Energy Aspects Ltd.
La menor actividad en instalaciones entre las que se cuentan las refinerías y plantas petroquímicas a lo largo del río Yangtze amenaza con debilitar las importaciones de petróleo chino que batieron récords en la primera mitad del año, en algunos casos superando incluso a las de Estados Unidos.
Estas compras sin precedentes, junto con las interrupciones de suministro, ayudaron a que el crudo repuntase un 80% respecto de un nivel mínimo en 12 años alcanzado en los primeros meses de 2016.