Los críticos de los planes de Theresa May para la salida británica de la Unión Europea (UE) aumentaron la presión sobre la primera ministra, y un exministro dijo que el equipo de su gabinete debería ejercer su autoridad para obligarla a cambiar de rumbo.
A menos de seis meses para que se produzca el brexit, ambas partes sostienen intensas conversaciones para tratar de sellar un acuerdo sobre los términos del divorcio británico. May participará este miércoles en una cumbre en Bruselas.
El ministro para el brexit, Dominic Raab, tiene previsto reunirse con el jefe negociador de la UE, Michel Barnier, en Bruselas, después de que su departamento dijera que estaban “de acuerdo en que las conversaciones cara a cara eran necesarias” sobre los “grandes problemas que aún quedan por resolver”. Uno de los principales problemas es el plan de contingencia para evitar una frontera dura con Irlanda, miembro de la UE, una red de seguridad que ha fortalecido la oposición a los planes de May después de que sus socios de Irlanda del Norte acusaran al bloque de tratar de anexionar la provincia.
El exministro del brexit David Davis, quien renunció a su cargo en julio, criticó al gobierno por aceptar “el lenguaje dela UE al abordar la frontera de Irlanda del Norte” y dijo que ahora está en manos de los ministros principales usar su influencia. “Esta es una de las decisiones más importantes que ha tomado el gobierno en los tiempos modernos. Es hora de que los miembros del gabinete ejerzan su autoridad colectiva”, dijo en un artículo Davis, quien hizo campaña para que el Reino Unido abandonara la UE.