Exportadores piden plan para recuperar actividad

Exportadores piden plan para recuperar actividad


El sector agroexportador de productos no tradicionales como sandía, melón y zapallo espera que el próximo gobierno establezca un programa financiero y tecnológico que los ayude a recuperar las hectáreas abandonadas en esta actividad agrícola.

En los últimos 10 años en el país se han dejado de cultivar 7 mil hectáreas de cucurbitáceas (melón, sandía y calabaza). Esta disminución en las zonas de cultivos le resta competitividad a los agroexportadores locales frente a países como Costa Rica, Brasil o República Dominicana.

“Los costarricenses cultivan 7 mil hectáreas de sandía, mientras que Panamá apenas siembra mil hectáreas entre melón, calabaza y sandía”, manifestó Francisco Antúnez, miembro de la Gremial de Agroexportadores de Productos No Tradicionales de Panamá (Gantrap).

La aprobación y desembolso de financiamiento a tiempo; y el retraso en los pagos de los incentivos establecidos en el programa para la Promoción y Modernización Agropecuaria y Agroindustrial (Promagro) son algunos de los escollos a los que se enfrentan los productores para aumentar la planificación de siembra.

Comportamiento de las exportaciones

300 hectáreas de calabaza de la variedad cacahuete y las caribeñas se cultivan en el país para la exportación. Se envían en cajas de 14 kilogramos. $9.2 millones en ventas totalizaron las exportaciones de 21 millones de kilogramos de sandía en 2018, según cifras de la Contraloría General de la República.



“El pago a tiempo de los incentivos nos permitiría en agosto planificar la cantidad de hectáreas a cultivar en cucurbitáceas. Sin embargo, llega diciembre y no contamos con los recursos que nos permitirían oxigenar la actividad”, asegura Antúnez.

“Los pocos que siembran deben recurrir a alternativas financieras costosas, como solicitar créditos en casas comerciales”, comentan los agroexportadores.

“Mientras se mantenga esta situación, los productores no podrán producir para competir en igualdad de condiciones con otros países. Espacio hay para producir, lo que hace falta es que el sector privado y el Estado trabajemos de la mano en la planificación para reactivar la producción y en la búsqueda de nuevos mercados”, manifestó el miembro de la Gantrap.

Además del tema financiero, en la presente temporada los agroexportadores deben lidiar con los efectos del fenómeno atmosférico de El Niño. Las altas temperaturas, aunque favorecen la concentración de azúcares en la fruta, también incrementan el ataque de insectos y las horas de irrigación de los cultivos.

La entrada prematura de la temporada seca, desde mediados de noviembre, ha provocado que las fuentes de aguas se agoten y los que utilizan sistemas de riego aumenten las horas de irrigación para obtener mejores frutos, manifestó Carlos Ríos, de la empresa agroexportadora Mensabe Export & Import, S.A.

El costo de producción de una hectárea se incrementó un 25% por la aplicación de plaguicidas y horas de riego, aseguran los agroexportadores.

El 70% de la producción de cucurbitáceas se envía a Europa (Inglaterra, Holanda y España) y el 30% restante a Estados Unidos.

En sandía se envían las variedades quetzali y sin semilla. En melón se exportan las variedades dorado, piel de sapo y galia.

Durante el presente ciclo agrícola los agroexportadores prevén enviar mil contenedores entre sandía y melón, con capacidad para 20 mil kilogramos por contenedor aproximadamente.

En Europa la caja de melón amarillo de 10 kilogramos se vende a 10 dólares, y la caja de sandía de 14 kilogramos en 13 dólares, en promedio.

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