Los ministros de la eurozona se dieron hasta junio para lograr un acuerdo sobre Grecia de cara al final en agosto del vigente programa de rescate, que podría incluir medidas para aliviar su ingente deuda y un colchón de liquidez.
“El 21 de junio debemos tomar la decisión que conduzca al final del programa [de rescate] en agosto”, dijo en rueda de prensa el comisario europeo de Asuntos Financieros, Pierre Moscovici, tras una reunión del eurogrupo en Sofía.
Tras el estallido del crash financiero de 2008 y la posterior crisis de la deuda en el bloque, Grecia se ha visto sometida a una serie de rescates de su economía desde 2010 a cambio de duras reformas.
Y, siete años después, logró volver a la senda del crecimiento con 1.5% en 2017.
Y, aunque ese año superó por segunda vez consecutiva los objetivos fijados por sus acreedores al registrar un superávit presupuestario del 0.8% del PIB y un excedente primario del 4%, su elevado nivel de deuda, que ronda el 180% del PIB, sigue preocupando.
Por ello, de cara al final del programa y su regreso a los mercados financieros, los europeos buscan un acuerdo sobre un eventual alivio de la deuda de Atenas, un punto crucial que no fue abordado durante la reunión este viernes, según Moscovici.
Los acreedores y Atenas se encuentran sumidos actualmente en la última revisión de las medidas a las que Grecia se comprometió.
En este sentido, el presidente del eurogrupo, Mário Centeno, anunció en rueda de prensa una nueva misión de los acreedores a la capital griega el próximo 14 de mayo.
Una opinión favorable de estos abriría la puerta al último desembolso de ayuda al país de los 104 mil millones de dólares previstos en el vigente tercer plan de rescate y que podría destinarse a crear una especie de red de seguridad para evitar futuros impactos en la economía griega a partir de agosto.
El Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) tiene la intención de hacer un desembolso final (...) que podría ser considerable con el objetivo de aumentar el colchón de liquidez, indicó el director general de esta institución que ha desempeñado un papel clave en el rescate a Grecia .
Según fuentes de la eurozona, el desembolso previsto para julio podría rondar entre los 12 mil 100 millones de dólares y los 14 mil 520 millones de dólares.
A la espera de una decisión, Centeno consideró que Grecia debería mantener sin tocar esa eventual reserva durante 18 meses, tiempo superior al habitual para países en crisis.
Por el momento, cualquier redefinición involucraría los préstamos pendientes otorgados como parte del segundo rescate del país y provenientes del ahora desaparecido Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.
El FMI desea que la reestructuración también se extienda a los préstamos bilaterales que Atenas recibió de otros países de la zona euro en su primer rescate y al dinero del Mecanismo Europeo de Estabilidad, el fondo de rescate de la zona del euro, según personas al tanto de las conversaciones.
Lo que es fundamental, una reestructuración de los préstamos bilaterales, tendría implicaciones presupuestarias para los países de la zona del euro, que rechazan cualquier cosa que se parezca siquiera remotamente a una transferencia fiscal a Atenas.
Grecia podría pagar más en mejores tiempos y menos en los peores. “Todavía tenemos un último tramo por recorrer, pero hay un sentimiento positivo entre los participantes de la mesa”, dijo el ministro de Finanzas portugués, Mário Centeno
“Las posiciones de hoy están mucho más cerca entre sí de lo que solían estar”, comentó.
El país todavía siente las repercusiones, pues la economía ha recuperado solo una fracción de lo que perdió y las medidas de austeridad siguen afectando a la población. Pero con elecciones previstas para el próximo año, el Gobierno de Atenas está desesperado por evitar otro programa de rescate.