Regístrate para recibir los titulares de La Prensa en tu correo


Felicidades por tu esfuerzo

Y alcanzó 10 millones de visitas. Y vendió 3 millones de copias. Y de la nada se hizo famoso. Las historias de emprendimiento que vemos en los medios, inician ‘in media res’.

Digamos que una película empezara ‘in media res’ con el protagonista corriendo por su vida. Al ver esta escena, inevitablemente nos haríamos las preguntas: ¿De quién está corriendo? ¿Qué le harán si lo atrapan? Nos hacemos preguntas para llenar los espacios porque claramente no conocemos la totalidad de la historia.

Entonces, esperamos que en algún momento de la película nos cuenten cómo empezó toda la situación, no solo cómo empezó la persecución.

Sin embargo, cuando vemos/leemos/escuchamos que alguien acaba de “pegarla en internet” o que alguien acaba de “hacerla en su negocio”, usualmente nos hacemos la pregunta: ¿Qué hizo para lograrlo?

Cuando nos enteramos acerca del éxito de alguien más, en vez de tratar de entender todo su entrenamiento, nos enfocamos en su última maratón y, peor aún, en cómo cruzó la meta.

Las historias de emprendimiento en los medios suelen ser expresiones de resultados: haber conseguido una ronda de financiamiento, haber lanzado un producto al mercado, haber conseguido 1 millón de usuarios. Estas expresiones de resultados nos llevan a pensar en las historias como las gotas que derramaron los vasos de agua; en vez de prestarles atención a las jarras que llenaron los vasos en primera instancia.

Pensar que las cosas pasan “de la nada” es peligroso, inicialmente, porque nos lleva a cuestionar y despreciar nuestro trabajo si no hemos logrado un éxito inmediato.

El pensamiento de que algo se consigue de la noche a la mañana, nos lleva a rendirnos antes de tiempo, simplemente porque tenemos expectativas irreales de la cantidad de paciencia y esfuerzo necesarios para alcanzar el éxito.

La próxima vez que pienses en una historia de éxito piensa en todo el esfuerzo detrás de ese resultado que vemos.

La próxima vez que felicites a alguien por su éxito, no lo felicites solamente por lo logrado, sino por todo el esfuerzo detrás.

Felicitar a alguien por su esfuerzo va más allá de felicitar a alguien por haber publicado un libro o tener un negocio concurrido. Felicitar a alguien por su esfuerzo abre el espacio para reconocer la disciplina, las horas, los contratiempos.

Reconozcamos que todos los caminos tienen sus obstáculos y que el mérito (propio y ajeno) está en llevar a cabo nuestras ideas, a pesar de esos obstáculos.

La autora es promotora de emprendimiento



COMENTARIOS


LAS MÁS LEÍDAS

  • Guerra comercial entre Estados Unidos y China añade presión al ya limitado tránsito de GNL por el Canal. Leer más
  • Fiscalía Anticorrupción investiga al director de Migración por presuntas irregularidades en permisos de armas. Leer más
  • Petrolero ruso con bandera panameña es confiscado y trasladado a fondeadero por Alemania. Leer más
  • Francisco, el segundo papa que visitó Panamá. Leer más
  • Ifarhu reanuda este lunes 21 de abril el pago del PASE-U: estos son los lugares. Leer más
  • DHL Express suspende temporalmente las entregas de paquetes con compras superiores a $800 a consumidores en Estados Unidos. Leer más
  • Descubren construcción privada en zona protegida del Volcán Barú. Leer más

Recomendados para ti