La Niña está dando a los cultivadores de soja brasileños una ganancia inusual e inesperada a la hora de cosechar.
En Argentina, el fenómeno climático intensificó una sequía que es la peor que sufriera el país en más de 30 años.
Pero la pérdida de Argentina representó una ganancia en Brasil en tanto ambos países compiten por cuota de mercado en el comercio mundial de soja a esta altura del año, y la producción perdida contribuyó a hacer subir los precios mundiales.
Los productores de Sorriso, en el estado de Mato Grosso, el municipio con la mayor producción de Brasil, están obteniendo alrededor de $8.20 por bushel, el precio más alto para esta época del año desde 2014, según datos de Cepea, la rama de investigación de la Universidad de São Paulo. Convertidos a moneda local, los precios alcanzan un récord estacional.
“La situación difiere totalmente de lo que esperábamos al inicio de la temporada”, dijo Endrigo Dalcin, productor del municipio de Nova Xavantina, en la zona este de Mato Grosso.
“Nos acercamos al precio que podría dar a los productores ganancias razonables”, dijo.
En Sorriso la soja subió 10% en 2018. Es algo excepcional dado que los precios en efectivo tienden a caer cuando la cosecha toca un pico en marzo y dura hasta mediados de abril en las principales regiones productoras del país.
Los productores se aprestan a ganar unos 1,382 reales ($423) por hectárea, o sea un tercio más que el año anterior, dijo Enilson Nogueira, analista de la consultora Celeres con sede en Uberlandia. Esto representa también 76% más que lo pronosticado en agosto, cuando las estimaciones de precios y producción eran más bajas.
Sus estimaciones se basaron en los precios de fines de febrero. “Si se mantienen en buenos niveles en el primer semestre de 2018, los precios sin duda incidirán en la decisión de los productores cuando siembren en la próxima campaña”, dijo Luiz Fernando Roque, analista de Safras & Mercado.