El grupo automotor Fiat Chrysler (FCA) aceptó llamar a revisión 863 mil vehículos en Estados Unidos tras pruebas sobre sus emisiones contaminantes, anunció ayer la agencia encargada de la protección del medioambiente en el país (EPA). Esa decisión “es el resultado de exámenes sobre las emisiones (de gases contaminantes) llevados a cabo por la EPA y de pruebas realizadas por FCA, de acuerdo con la reglamentación”, indicó la agencia.
Contactado por la AFP, el fabricante de automóviles ítalo-estadounidense insistió en que esa llamada a revisión “no tenía ninguna implicación sobre la seguridad” y “no estaba vinculada a ninguna multa”.
Tras largos meses de conversaciones acaloradas, Fiat Chrysler aceptó en enero pagar hasta $515 millones a distintas autoridades estadounidenses que acusaban a la compañía de haber equipado más de 100 mil vehículos con un programa destinado a falsear sus pruebas sobre emisiones contaminantes. Para poner fin a las acciones judiciales, el grupo también se comprometió a llamar a revisión esos vehículos para ajustarlos a las normas ambientales.
Esa decisión afecta a los modelos Dodge Journey, Dodge Avenger, Dodge Caliber, Jeep Compass/Patriot y Chrysler 200, fabricados entre 2011 y 2016, los cuales serán revisados en varias fases durante este año.

