El embrollo político de Brasil, con un creciente escándalo de corrupción sumado a la más extensa y profunda recesión en por lo menos un siglo, está generando un periodo sin precedentes de reestructuraciones de deudas corporativas en el país.
La deuda brasileña ahora asciende a un 45% de los 137 mil millones de dólares en el índice de los bonos distressed de mercados emergentes del Bank of America Corp., frente al casi 10% de hace un año.
La constructora Oassa y la comercializadora de productos básicos Ceagro Agrícola Ltda., están entre las empresas que ya negocian con los acreedores. El operador de telefonía Oi SA contrató a PJT Partners para que lo ayuden con su deuda acumulada de 15 mil millones de dólares.
Estudios jurídicos como Dias Carneiro Advogados están contratando letrados para satisfacer la demanda por sus servicios de asesoría y, aun así, no se dan abasto. Los clientes compiten por captar la atención con el fin de asegurar que sus casos tengan prioridad, dijo Renato Franco, socio de la consultora de reestructuración Integra Associados.
Antes, tener muchos clientes era signo de competencia. Ahora es un factor negativo porque los clientes desean asegurarse de que les presten atención total, dijo Franco en una entrevista en Sao Paulo.
El auge de la reestructuración es, en parte, resultado del exceso de préstamos solicitados por empresas brasileñas durante la bonanza económica del país a principios de esta década.
Emisores internacionales del país mantenían 293 mil millones de dólares en bonos en circulación a fines de diciembre, por sobre los 90 mil millones de dólares de fines de 2002, según el Banco de Pagos Internacionales.
El rendimiento medio de la deuda corporativa brasileña bajó frente a su máximo registrado el mes pasado, que llegó casi a un 12%, pero aún está bien sobre un 10%, según JPMorgan Chase & Co.
Crecimiento exponencial
Dias Carneiro amplió su departamento de reestructuración e insolvencia en cerca de un 40% en los últimos 12 meses a 52 personas y, dicha práctica sigue creciendo, dijo Joel Luis Thomaz Bastos, socio de la firma jurídica con sede en Sao Paulo, en una entrevista telefónica.