Tras superar con éxito los desafíos propios de las economías latinoamericanas, una camada de jóvenes empresas digitales se convirtió este año en la nueva generación de “unicornios” sudamericanos, al alcanzar la valuación de mil millones de dólares con la que miles de startups se ilusionan en la región.
Las brasileñas 99, Nubank, PagSeguro y ArcoEducação, junto con la colombiana Rappi, se sumaron a un puñado de “tecnolatinas” forjadas en años posteriores al estallido de la burbuja de internet, que ya habían recibido el mote de “unicornios” por su rareza al pasar el umbral de valor. En el límite hay un grupo pujante integrado entre otras por la argentina Etermax.
En 2017, los fondos de inversión de riesgo desembolsaron más de mil millones de dólares, suma sin precedentes, detalla Julie Ruvolo, directora de Venture Capital de la Asociación Latinoamericana de Capital de Riesgo y Privado (Lavca).
En 2018, hubo más rondas de inversión sobre los USD 100 millones con mayor participación de inversores globales (como SoftBank o Tencent), dijo Ruvolo, que proyecta nuevos récords este año.
Brasil, el que más unicornios anotó, absorbió 859 millones de dólares en 113 acuerdos en 2017.
En los casos del sistema de pagos online PagSeguro (de Uol), y la plataforma de educación ArcoEducação, las firmas sumaron valor tras exitosos lanzamientos en Wall Street.
A seis años del lanzamiento, “99”, la plataforma brasileña que conecta a taxis y conductores particulares con pasajeros, se convirtió en unicornio al recibir este año más de 100 millones de dólares de DiDi Chuxing, el Uber chino.
La aplicación iniciada con la ambición de ser global está presente en 500 ciudades. Superó la recesión entre 2015 y 2016, y creció al 500% en 2017, dijo su presidente, Matheus Moraes, de 31 años de edad.
Llegar al presente, dice, implicó convertir en oportunidad los problemas brasileños de infraestructura y competir por precio: La estrategia es ofrecer tarifas más competitivas, con más ganancia para el conductor.
Nubank es una fintech brasileña, cuyos fundadores -entre ellos el colombiano David Vélez, de 37 años de edad- crearon en 2013 con el fin de romper con la inercia del sistema, y demostrar que no hay industrias sagradas sin cabida para la innovación.
En marzo, lograron convertir a Nubank en el banco digital con más clientes fuera de Asia, valuado en más de mil millones de dólares. No fue sin escollos: El entorno macroeconómico fue un reto muy importante. “Desde que lanzamos, el PIB de Brasil se contrajo 8%”, dice Vélez.

