El entorno regulatorio en el sector seguros de Panamá tiene un “amplio camino por recorrer para alcanzar estándares internacionales y de Solvencia II, en donde se hace un análisis del capital basado en riesgos”. Así lo manifestó Milena Carrizosa, directora del equipo de Calificaciones de Seguros para Colombia, Centroamérica y el Caribe en Fitch Ratings.
La agencia considera que los mercados de América Latina más avanzados en alcanzar los estándares internacionales son México, Brasil, Chile, Costa Rica y Colombia.
La calificadora señaló en un informe sobre el sector de seguros panameño que “espera que el regulador siga avanzando en exigencias orientadas a estándares internacionales de Solvencia II, que permitan fortalecer al sector”.
Solvencia II, cuyo origen está en una normativa europea del año 2009, son una serie de medidas que cambian tanto el modelo de supervisión como de administración de las compañías de seguros, y tiene como objetivo calibrar mejor los riesgos a los que está expuesta una aseguradora.
Amílcar Córdoba, presidente de la Asociación Panameña de Aseguradores (Apadea), dijo que este es un paso necesario y que las aseguradoras deben caminar en esa dirección, pero advirtió de que el proceso debe ser gradual y que tomará entre dos o tres años.
“La propia gestión de riesgo va a demandar capitales en la misma medida que la compañía asuma riesgos y eso es un cambio radical en el modelo de supervisión y administración”, apuntó.
José Joaquín Riesen
Superintendente de Seguros.
Córdoba adelantó que ya se está trabajando en un plan piloto en el que participan varias aseguradoras y que va a servir de base para la implementación de esta regulación.
Por su parte, el superintendente de Seguros y Reaseguros, José Joaquín Riesen, señaló que el sistema panameño venía con problemas en el pasado desde el otorgamiento de licencias, y recordó que en esta administración los tres reguladores financieros han realizado 20 intervenciones. “Al llegar a esta posición me percaté de que estábamos más atrasados que Centroamérica”, afirmó.
Para reducir esta diferencia, desde hace dos años se trabaja con el Toronto Center, una organización que capacita a supervisores. “Panamá hoy en día se está nutriendo del conocimiento de cosas que han funcionado o no han funcionado en otras regiones”, dijo Riesen.
“Nos falta, porque esto es un proceso, pero hay que continuarlo. Si no se hace, vamos a seguir atrasándonos, ya que Costa Rica, México, Colombia y El Salvador sí le dan continuidad, y cuando un inversionista decida dónde coloca sus fondos, ¿qué hará?”. El regulador defendió que Panamá se tiene que poner al día en el sector financiero porque el país “no se puede dar el lujo de adoptar solamente algunos estándares internacionales... Panamá es un país globalizado y si queremos ser atractivos tenemos que movernos en ese entorno”.
Insuficiencia de primas
En 2016, la Superintendencia aprobó un acuerdo regulatorio que obliga a las aseguradoras a constituir reservas si uno de sus productos es deficitario. Esto se hace para evitar que una compañía baje mucho las tarifas en un producto para atraer clientes y venderle otro tipo de pólizas, una práctica que podría llevar a la aseguradora a tener problemas financieros, con el riesgo que esto implica para sus clientes.
Fitch señaló en su reporte que la implementación de esta medida “puede resultar en una industria más saludable y un entorno competitivo transparente”.
Carrizosa explicó que la norma “obliga a las compañías de seguros a ser más rigurosas y a suscribir las pólizas con tarifas que correspondan a la prima pura de los riesgos suscritos”.
La agencia prevé en este ejercicio un desempeño estable o mejor al año anterior para el sector. Estima un crecimiento de 5% en primas, impulsadas por los ramos de salud y vida.
La entrada en vigor de la nueva norma del seguro obligatorio de accidentes de tránsito (SOAT) favorecerá al sector, aunque la aseguradora señala que no hay claridad sobre la rentabilidad del ramo de automóvil.
En los tres primeros meses del año, según los datos oficiales más recientes compartidos por la Superintendencia de Seguros y Reaseguros, las primas suscritas ascendieron 1.9% para totalizar $367.5 millones, el número de pólizas creció 9.3% hasta 1.6 millones, y los siniestros pagados por las aseguradoras totalizaron $180.7 millones, 11.1% más.
Los ramos con mayor volumen de primas registraron aumentos en el primer trimestre del año. En salud las primas totalizaron $75.7 millones, 6.2% más, mientras que automóvil generó $71.4 millones en primas, 3.8% más.
Riesen destacó que cuando se dividen los seguros entre ramos de vida, que cubren principalmente a las personas, y generales, que cubren propiedades, son los primeros los que están mostrando un mayor dinamismo, hecho que atribuye a una mayor concienciación de la población sobre la importancia de tener seguros.
