América Latina y el Caribe ha experimentado una profunda transformación de los patrones alimentarios en los últimos años, donde los productos altamente procesados han ganado terreno. En consecuencia, hoy, cerca de 105 millones de latinoamericanos y caribeños padecen obesidad en la región por mala alimentación y sedentarismo, lo cual supone un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles. A su vez, 39.3 millones de latinoamericanos y caribeños toda vía padecen hambre.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en su misión de lograr poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover una agricultura sostenible, considera la fruticultura un sector clave. Las frutas y vegetales destacan por ser alimentos ricos en fibras, vitaminas y minerales, y base fundamental de las dietas de Centroamérica y la República Dominicana. Estos alimentos no pueden faltar en la dieta diaria y se recomienda consumir un mínimo de 400 gramos de frutas y vegetales al día para garantizar una alimentación saludable.
Por este motivo, la FAO fomenta su consumo desde edades tempranas, para la promoción de hábitos saludables a través de la educación alimentaria y nutricional, y la reducción del riesgo de las enfermedades crónicas no transmisibles, la inseguridad alimentaria y la malnutrición. La fruticultura contribuye al desarrollo sostenible y al mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes del área rural. Son reconocidos sus aportes al producto interno bruto y a la generación de empleo de estos países, y constituye una importante fuente de ingreso para muchas familias.
Dada la importancia del desarrollo de la fruticultura, los países han formulado e implementado políticas encaminadas a mejorar la competitividad del subsector frutícola regional, promover la generación de empleo y emprendimiento vinculado al sector, con el acompañamiento técnico de la FAO. Un año más, este 3 de mayo, los países de la región celebran el Día Regional de las Frutas. Esta celebración forma parte de los esfuerzos para visibilizar el poder de las frutas para contribuir a la seguridad alimentaria, la reducción de la pobreza rural y al desarrollo sostenible de los países. Aprovechemos la riqueza que tenemos en nuestros países y volvamos a dotar de protagonismo a las frutas en nuestra dieta diaria. ¡Más fruta, más vida!
El autor es oficial de agricultura de la FAO para Mesoamérica