General Motors (GM) anunció ayer que espera grandes ganancias en 2018 y 2019, resultado del ahorro que generará su actual reestructuración, que incluye la eliminación de miles de empleos y el cierre de plantas.
El fabricante estadounidense de automóviles también comenzará a comercializar vehículos de bajo coste para los países emergentes, lo que le permitirá limitar los daños causados por las tensiones comerciales.
GM prevé un beneficio por acción ajustada de entre $6.50 y $7.00, contra los $6.29 esperados de media por los analistas, a pesar de una disminución en las ventas de automóviles en China y un estancamiento esperado en Estados Unidos, los dos principales mercados de automoción del mundo.
Respecto a 2018, el beneficio por acción “va a superar” el abanico de entre $5.80 y $6.20 estimado en octubre, según dijo el grupo en documentos dirigidos a los inversores. El optimismo del grupo automovilístico se basa en los efectos positivos de su reestructuración en curso, la cual se debe traducir en ganancias de $2 mil millones a $2 mil 500 millones, indicó la directora financiera Dhivya Suryadevara, en una conferencia telefónica con periodistas. “No se esperan otros recortes de empleo” en 2019 por ahora, dijo la directora ejecutiva Mary Barra, durante la conferencia.
Estos anuncios se producen tras la decisión de su rival Ford de recortar miles de empleos en Europa para ser competitivos en un entorno automotriz que estará dominado por las tecnologías autónomas y eléctricas y el uso compartido del automóvil.
GM tomó las primeras medidas en noviembre al oficializar una pérdida de 14 mil empleos para ahorrar $6 mil millones.
La empresa espera eliminar en 2019 un 15% de los empleos del grupo con el cierre de la producción en siete fábricas: una en Oshawa, Canadá, cuatro en Estados Unidos y dos fuera de América del Norte. El presidente Donald Trump, que prometió repatriar a Estados Unidos empleos industriales deslocalizados, amenazó con cortar “subsidios” al gigante de Detroit para lograr su propósito.
Además de los ahorros, GM también espera una estabilización de las ventas de automóviles en China y Estados Unidos, mientras los analistas y economistas prevén una disminución.
Barra también se mostró optimista acerca de las conversaciones entre Pekín y Washington para tratar de eliminar sus tensiones comerciales, lo que elevó los costos del acero y el aluminio, materiales estratégicos de la industria automotriz.