El gobierno federal de Brasil no intervendrá para ayudar financieramente al estado de Río de Janeiro, dijeron funcionarios.
El ministro de Finanzas Henrique Meirelles afirmó que el Gobierno no puede adoptar medidas para ayudar a una entidad, porque “todos los estados afrontan dificultades financieras”.
El viernes por la noche se registraron choques entre policías y manifestantes en Río, luego de una marcha contra las propuestas para recortar gastos de parte de los gobiernos federal y estatal.
Miles de personas, en su mayoría profesores de escuelas públicas, maestros de universidad y miembros de sindicatos, marcharon al edificio de la asamblea legislativa estatal.
La prensa local reportó esta semana que el gobernador de Río de Janeiro, Fernando Pezao, consideraba solicitar asistencia al gobierno federal. Pero el viernes, Pezao dijo a la prensa que no tiene pensado pedir la intervención del gobierno.
El gobierno federal brasileño congeló el jueves las cuentas de Río de Janeiro hasta que le pague un adeudo de 140 millones de reales (42 millones de dólares).
Río de Janeiro declaró estado de emergencia financiera antes de la realización en agosto de los Juegos Olímpicos de 2016.