El control de precios llegó para quedarse, o por lo menos, durante la actual administración del presidente Juan Carlos Varela.
La medida que se dijo estaría vigente por seis meses, nuevamente fue extendida ayer hasta finales de 2017. Establecido en julio de 2014, el control de precios fue ideado para lograr una disminución de 58 dólares al mes en la canasta básica de alimentos (CBA), según el Gobierno.
Son 22 productos que están bajo regulación, entre ellos pollo, papa, arroz, huevo, macarrones, queso amarillo tipo americano procesado, chuleta de cerdo, lenteja, entre otros.
El ministro de Comercio e Industrias, Augusto Arosemena, defiende la extensión de la medida porque frenó la inflación en los alimentos.
“La medida no ha provocado desabastecimiento, como muchos detractores pronosticaban, y muy por el contrario, ha incidido en el aumento del consumo y la producción de alimentos como huevos y pollos”, asevera el funcionario.
Pese a los argumentos de las autoridades, la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá interpuso una demanda ante la Corte de Suprema de Justicia por la extensión sin una justificación técnica que sustente la intervención del Estado en el libre desarrollo de la economía nacional.
El presidente de la Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de la República de Panamá, Pedro Acosta, indicó que el control de precios “es una herramienta política”, que provocó que los comerciantes trasladaran las pérdidas a otros productos. “Nadie puede vivir solo con los productos que están controlados y necesitamos aumentar la producción nacional para lograr una verdadera disminución de precios”, acotó.
