Alemania defendió ayer la permanencia de Grecia en la zona euro, mientras Bruselas anunció el viaje de un alto cargo de la Comisión Europea a Atenas para reducir las reticencias griegas a la hora de adoptar más reformas y salvar su acuerdo de rescate.
La Comisión Europea pronosticó un gran salto en el crecimiento económico de Grecia para este año y el próximo, de un 2.7% y un 3.1%, respectivamente.
En Atenas, Yannis Stournaras, jefe del banco central de Grecia, dijo que era crucial un acuerdo rápido con los acreedores internacionales para mantener la economía en marcha y advirtió de que si no llegaba pronto “podría ser demasiado tarde”.
Se espera que una misión de expertos de los acreedores regrese a Atenas esta semana para dar su último informe sobre la situación, dijeron responsables de la Unión Europea.
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, dijo que viajará a Atenas mañana para ayudar a concluir la revisión.
Un acuerdo podría liberar otro tramo de fondos de este rescate, por un valor de hasta $91 mil millones, y facilitar a Grecia realizar un pago de deuda de $7 mil 600 millones este verano boreal.
Pero es un proceso lleno de dificultades, lo que hace temer una repetición del drama de mediados de 2015, cuando Grecia se tambaleó y se situó al borde de salir de la zona euro.
Alemania trató ayer de decir que nada ha cambiado en su deseo de mantener la zona euro intacta con Grecia en ella.
“Durante años, los Estados miembros de la zona euro, incluyendo Alemania, han demostrado una activa solidaridad con Grecia, con el objetivo de llevar a este país a un camino de crecimiento económico y finanzas sostenibles”, dijo el portavoz del Gobierno germano, Steffen Seibert en rueda de prensa.