La ofensiva de HSBC en los negocios de tarjetas de crédito y créditos personales en Estados Unidos no será una tarea fácil, dado que el banco se enfrenta a rivales locales afianzados y a antecedentes desastrosos de incursiones en ese mercado.
La decisión de HSBC de apuntar a una porción más riesgosa pero también más lucrativa del mercado estadounidense, algo que evitó en los últimos años, es parte de la estrategia general que presentó para mejorar su rentabilidad, aspirando a un retorno sobre capital de 11% para 2020.
El retorno sobre capital tangible del banco, medición clave de rentabilidad, es de apenas un 0.9%.
HSBC tiene apenas un 0.1% del mercado de las tarjetas de crédito en Estados Unidos, según RFi Group.
La cifra se compara con el 16% y 15% de Bank of Americay JPMorgan, los líderes del sector.
El plan es que más de sus actuales clientes adquieran tarjetas y atraer a clientes nuevos con comisiones más bajas o que ofrezcan devoluciones atractivas de una parte del dinero que se gasta en la tarjeta Cash Back, según Marcos Meneguzzi, jefe de tarjetas y crédito no asegurado de HSBC.
El mayor banco de Europa además quiere captar a clientes en Estados Unidos que probablemente ya dispongan de varias tarjetas. La meta es mejorar los retornos en ese país a más de 6% para 2020.
“Es un buen momento para estar en el mercado de tarjetas de Estados Unidos, a pesar de que la competencia es feroz”, dijo David Robertson, editor del influyente reporte Nilson, citando los bajos niveles de morosidad y el crecimiento económico.
“La pregunta es si se puede convencer a un cliente que ya tiene una tarjeta Capital One, y una tarjeta American Express, y posiblemente un par más, de que necesita otra tarjeta más”, agregó Robertson.