Huawei amplía su ya enorme presencia en Brasil, la mayor economía de América Latina, con una nueva estrategia: vender teléfonos premium.
La iniciativa de la compañía china representa otro revés para la ofensiva del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tendiente a convencer a sus aliados occidentales de mantener la tecnología de Huawei marginada de la próxima generación de teléfonos móviles.
Estados Unidos afirma que los equipos de la empresa con sede en Shenzhen facilitan el espionaje del Gobierno chino.
Huawei ya entrega equipos a todos los grandes operadores de telefonía de Brasil, pero hace cinco años que no vende teléfonos a consumidores locales.
La compañía comenzará a vender sus teléfonos de la serie P30 a través de minoristas locales el 17 de mayo a precios sugeridos de entre 2,499 y 5,499 reales ($640-$1,400). Dichos valores están en línea con los teléfonos de la competencia.

