El ‘Hub’ de los “negocios sanos y correctos”

El ‘Hub’ de los “negocios sanos y correctos”


La primera gran presión del actual Gobierno es la generación de empleo.

José Alejandro Rojas Pardini, ministro consejero de facilitación de la inversión privada, pondera el término tanto para señalar hacia dónde se dirigen los esfuerzos macroeconómicos del Gobierno en estos cinco años, como para establecer el punto de encuentro de los sectores público y privado. La tasa de desempleo llegó a 6.4% en marzo, según datos del Instituto Nacional de Estadística de la Contraloría General de la República. En el mismo mes del año pasado aquel índice se situó en 5.8%.

Desde el inicio de esta administración, Rojas Pardini se ha constituido en un pivote de la gestión del presidente Laurentino Cortizo. El accionar de este ministro es de tipo transversal y se observa en sectores fundamentales de la economía. El lunes de la semana pasada tuvo un asiento en la mesa principal de la convención de la Asociación de Transporte Aéreo o International Air Transport Association (IATA), en la que departió con Pedro Heilbron, CEO de Copa, Peter Cerdá, vicepresidente del organismo, y Gabriel Carrizo, vicepresidente de Panamá.

“Los sectores productivos y los inversionistas tienen en el Gobierno a un facilitador para lograr los objetivos trazados”.


José Rojas Pardini, ministro consejero de facilitación de la inversión privada.

El miércoles en la noche también se sentó en la mesa protocolar del Presidente Laurentino Cortizo, en la inauguración de Capac Expo Hábitat 2019. El jueves sostuvo con otros funcionarios de alto gobierno una teleconferencia de una hora con representantes del Grupo de Acción Financiera.

El viernes al medio día sacó 45 minutos para atender al equipo periodístico de Martes Financiero, con ocasión de su presentación de mañana Café con La Prensa titulado “Plan económico del país ante las presiones externas”.

En este contexto, el ministro consejero presenta un paquete de acciones encaminadas a posicionar a Panamá como “el hub de los negocios sanos y correctos”, donde los sectores productivos y los inversionistas tienen en el gobierno de turno a “un facilitador”.

El esfuerzo de dichos actores debe resultar, reitera, en la generación de empleo. La consecución de ese objetivo ulterior, que termina por agrupar a los demás, se inicia con “la necesidad de tener confianza”.

Factor clave

“Confianza no solo para [hacer] el repago de deudas por un monto de 1,600 millones de dólares que aproximadamente se habían vencido el 31 de diciembre de 2018”, y que en adelante las obligaciones contractuales del sector público “se paguen a tiempo”.

Confianza para impedir la “incertidumbre” en los proveedores y en vez de ello, entusiasmarlos y atraer “más inversionistas del ámbito privado” y así “poder generar un mayor número de empleos”.

Y pensando en los empresarios locales y extranjeros dispuestos a poner su dinero en el país, a contratar más personas, el expositor insiste en la confianza para que ellos tengan los retornos necesarios de sus inversiones.

La confianza nace de la transparencia. El último jab a la mandíbula institucional del país ocurrió el pasado 21 de junio, 10 días antes de la posesión de Cortizo. El Grupo de Acción Financiera valoró los avances logrados por Panamá y su compromiso político, y sin embargo lo volvió a incluir en la lista gris y requirió más acciones en intercambio de información financiera y dar pruebas verificables de su capacidad para investigar y procesar el lavado de dinero, el cual involucra delitos fiscales extranjeros.

“El cuarto ‘hub’ es el de Generación de Valor para aprovechar las ventajas de nuestra plataforma logística, en la cual [deben] mejorarse, mediante digitalización, aquellos procesos que son muy rudimentarios”.



El ministro promociona los logros del Gobierno frente al organismo, no sin antes hacer una síntesis de los resultados de otras administraciones. “En 2012, Panamá cumplía con 4 de los 40 estándares trazados por el Grupo de Acción Financiera. Hasta la pasada administración llegó a cumplir 35. Y ahora [satisface] 38”. Agrega que los “cambios” por venir “deben hacerse” en cuanto a “efectividad” de las medidas dispuestas.

El cumplimiento de las exigencias del Grupo de Acción Financiera fue asumido por el Gobierno como una meta superior a la de “salir de la lista gris”, para confeccionar una agenda nacional. Rojas Pardini profundiza diciendo que se le quiere vender al mundo la idea de que “algo está pasando en Panamá a través de la transparencia”.

Por eso, explica, “se aprobó la ley de contrataciones públicas, y tuvo muy buena acogida lo que se incorporó en [la ley] de Asociación Publico Privada [en cuanto] a empresas condenadas”. La norma tiene como excepción las corporaciones que hayan logrado un acuerdo de cooperación eficaz con las autoridades.

El entrevistado resalta las modificaciones a la Ley 70 sobre evasión fiscal y la ley de la Superintendencia de Sujetos No Financieros.

Los esfuerzos de Gobierno incumben el andamiaje económico interno. Sus acciones dentro del país apuntan a los agentes productivos más relevantes, entre los cuales se hallan, además del sector empresarial, las entidades bancarias. Pero todo sería en vano si “la confianza” generada por el Gobierno llega a traducirse igual para el sector privado y este se anime a hacer inversiones “pero no tenga una banca que pueda acompañarlo”.

De ahí la importancia de las corresponsalías bancarias. “Trabajamos en su fortalecimiento para que los bancos tengan esas líneas de crédito y puedan operar”.

Más de 430 corresponsalías atienden la banca panameña y su relevancia radica en abaratar el dinero, en aumentar las facilidades en el otorgamiento de créditos y en darle escala a las operaciones bancarias. Y reducen el riesgo en la banca local .

Su funcionamiento redunda en favor de los contratistas, porque los bancos los financian a ellos. “Queremos que haya certeza de que si alguien hizo un trabajo con un ente estatal y [le] entregó la obra, se le pague”.

¡Acción!

Varias de las presiones enunciadas son de vieja data, como las originadas por el Grupo de Acción Financiera, o las deudas del sector oficial con los proveedores. Algunas obligaciones tienen de “cuatro o cinco años” de existencia. El país, según lo detallado por el ministro, teje ahora un pull de decisiones para dejar atrás una posición un tanto reactiva, de espera ante los aconteceres internacionales, y auspiciar una actitud de avanzada.

Rojas Pardini anuncia el posicionamiento de Panamá en el concierto internacional como la puerta de entrada a la región latinoamericana, un mercado de 700 millones de habitantes, en vez de mostrarse como un país habitado por algo más de 4 millones de personas.

Esta versión ampliada de Panamá según la cual deja de ser un istmo para convertirse en la capital del subcontinente latinoamericano, tiene por delante la consolidación de cinco hubs cuyo desempeño debe articularse como uno solo.

Los integrantes de este hub de hubs sobre el que descansa la actividad económica del Gobierno son el Logístico, con sus activos alrededor del Canal; Servicios, ofrecidos por el sector financiero y contenidos en la estructura legal del país; Conectividad, cuya preponderancia radica en incentivar a “más multinacionales a llegar a Panamá para servir desde aquí a otros países”.

El cuarto hub es el de Generación de Valor “para “aprovechar las ventajas de nuestra plataforma logística, en la cual [deben] mejorarse, mediante digitalización, aquellos procesos que son muy rudimentarios”.

Este nodo económico llevará al país a obtener mayores beneficios con los tratados de libre comercio. “Infortunadamente estos tratados han sido malos para Panamá, porque no se hizo una agenda complementaria en los sectores económicos”. Como tampoco se utilizaron para generar valor y procesar productos con insumos locales y llevarlos a otros mercados con la denominación panameña. La quinta carta que se jugará el Gobierno es el hub Digital. Rojas Pardini enarbola varias ventajas a favor: “Somos un país sin terremotos ni huracanes, y esto es increíblemente positivo para la data”.

La neutralidad de la zona del Canal es “respetada” por 80 países, y esto en términos comerciales y de negocios se aprecia en el paso de los 7 cables submarinos de fibra óptica más importantes de América Latina. “Y tenemos además una ley de privacidad de la data con la que el país se despoja de ser su dueño final”.

El clúster cohesionado por estos cinco motores empieza a mostrar señales. El expositor comenta las más de 20 empresas peruanas de perfil digital interesadas en establecerse en nuestro país.

Una vez lleguen a Panamá, “los muchachos” involucrados en “ese ecosistema” entusiasmarán a otros jóvenes para sumarlos a “esa onda” digital de la innovación y las aplicaciones. Habrá transferencia de conocimientos.

Para ello, detalla, se necesita el desarrollo de tres componentes. El primero radica en la transferencia de conocimientos tecnológicos. El segundo, generar educación técnica para personas de entre 18 y 25 años de edad. “Estas carreras pueden aprenderse en menos de un año”. El tercero se incluirá después, “poco a poco”, y responde al reto digital de programación. “Entonces podremos hacer saltos cuánticos”.

Otra señal de cambios es la “reformulación del modelo de la Zona Libre de Colón” y la manera cómo “deberá conjugarse” con las diversas terminales, para atender la carga. Esta transformación precisa, necesariamente, de un vuelco tecnológico. “Se trata de crear un corredor, una autopista digital que pueda interconectar las zonas libres y los puertos”.

Son las perspectivas de un gobierno con poco más de 70 días al mando.

LAS MÁS LEÍDAS