Los trabajadores del hotel Trump están viviendo con inquietud la disputa por el control del hotel entre el principal propietario del inmueble, el empresario Orestes Fintiklis, y la empresa que hasta el pasado lunes administraba el complejo, Trump Hotels, propiedad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En el complejo trabajan alrededor de 240 personas, que tienen dudas sobre la continuidad de sus puestos de trabajo, especialmente después de los acontecimientos ocurridos esta semana y la anterior, cuando el enfrentamiento ha sido más notorio, se llegaron a dar forcejeos entre representantes de ambos grupos y se retiró la palabra “Trump” del letrero de acceso al complejo.
El representante legal de un grupo de trabajadores, Candelario Santana, señaló a este diario que presentó al Ministerio de Trabajo una petición de secuestro por $589 mil sobre las cuentas del hotel para garantizar las prestaciones de los trabajadores. Si no se llega a esa cantidad, se solicita la administración del hotel por cierto tiempo para recibir los ingresos pertinentes.
Santana dijo que el Ministerio de Trabajo no ha dado curso a esta solicitud.
Sí lo hizo el juzgado segundo de circuito de lo civil luego de la solicitud del grupo de Fintiklis y nombró un nuevo administrador, retirando el control del hotel a la compañía Trump Hotels.
Por su parte, la operadora del hotel dijo que el nombramiento de un nuevo administrador es posible sin que el juzgado haya resuelto el caso de fondo.
“Ahora vamos a entrar en un conflicto de créditos: el civil contra el laboral”, apuntó Santana antes de explicar que el crédito laboral debe tener prioridad.
Mientras tanto, la crisis puede incidir en la capacidad de generación de ingresos del hotel.
Ni en la página web, ni en buscadores de internet ni en el centro de reservas, al que llamó este diario, se podían hacer reservas de habitaciones para las próximas fechas. “No hay disponibilidad”, comentó una operadora al otro lado del teléfono sin ofrecer mayor explicación.
Santana explicó que la sociedad Hotel Toc Inc (cuyo representante es Fintiklis) es la propietaria del hotel, mientras que la sociedad Trump Management Panamá LLC es la operadora del hotel y, a su juicio, “la única con facultad para pagarles sus prestaciones y despedir a los trabajadores en el evento que se justifique”.
La semana pasada, cuando se profundizó la crisis entre los dos grupos, Fintiklis envió una nota a los empleados del hotel señalando que “no existe y nunca ha existido intención de terminar relaciones laborales, por lo que les damos la certeza que todos sus puestos de trabajo están garantizados”.