En las faldas del cerro Aguacatal, en Volcán, provincia de Chiriquí, germinan 18 mil plantones de café geisha que forman parte de un nuevo modelo de negocio en el que proponen que cada persona sea el dueño de un árbol y otros se encarguen de cultivarlo.
En la finca Geisha Gold Coffee, con una extensión de nueve hectáreas, se cultivan las variedades del grano geisha verde y geisha bronceado. Cuando broten los granos de café y se cosechen, quien haya comprando el árbol podrá recibir el café en la puerta de su casa, sin siquiera haber visitado la zona de producción.
“Con este proyecto lo que buscamos es pasar del cultivo tradicional de café a una experiencia única”, manifestó Juan Manuel Delgado, director de la finca Geisha Gold Coffee.
“Nosotros aprovechamos el éxito que alcanzó la caficultura panameña con el geisha y le agregamos unos componentes a nuestro modelo de negocio”. La diferencia está en que cada cliente tendrá la oportunidad de ver la evolución de su planta a través de una plataforma de videovigilancia, comenta el director de la Geisha Gold Coffee.
Gracias a los productores, el geisha panameño se cotiza en las grandes ligas de la caficultura mundial.
Tanto es así, que en la última subasta online XXI Best of Panamá 2017 la libra de café Esmeralda Geisha Cañas Verdes Natural, de la familia Peterson, impusó un récord al cotizarse en 601 dólares.
“Nuestro proyecto en la finca Geisha Gold Coffee consiste en que los clientes pueden elegir la cantidad de plantas que deseen”, insiste Delgado.
Para los clientes, cada árbol tiene un costo de 100 dólares y una cuota anual de mantenimiento de 20 dólares. La producción de la planta le pertenece al inversionista durante 20 años, tiempo en que dura el contrato.
Una vez se realiza la compra de las plantas, el cliente recibirá un contrato en un máximo de 24 horas.
En el contrato se especifican todas las garantías y derechos de la planta. Los dueños de los árboles recibirán los granos cosechados empacados en bolsas al vacío debidamente identificadas.
Las plantaciones están segmentadas por zonas, columnas y filas entre los mil 550 metros y 2 mil 400 metros sobre el nivel del mar.
El cliente puede elegir sus plantas entre tres categorías de altura: mil 600 metros, mil 650 metros y mil 700 metros sobre el nivel del mar, manifestó Juan Manuel Delgado, director de la finca Geisha Gold Coffee.
El éxito del geisha panameño se basa en la tierra (terreno volcánico, fértil y con la capacidad de rápido drenaje), clima, altura y manejo de las plantaciones.
Estas cualidades están incluidas en el corredor de siembra de café en la provincia de Chiriquí, que va desde Río Sereno, pasa por Volcán y termina en Boquete, explica Delgado.
Un buen café geisha se cultiva arriba de los mil 500 metros sobre el nivel del mar y debe estar entre 90 y 120 días en un proceso de añejamiento.
Los tres empresarios panameños, Juan Manuel Delgado, Fredy Núñez y Anthony Thorp, idearon este modelo de negocio desde hace ocho años, pero no fue hasta junio del año pasado cuando iniciaron el cultivo de café.
En el cronograma de trabajo de la finca está previsto que la cosecha masiva comience en 2018. Pero este año recolectarán los primeros granos para catas y así terminar de definir las propiedades organolépticas del café.
Los inversionistas recibirán un código que les permitirá entrar a la página web www.geishagoldcoffee.com y observar el desarrollo de su planta.
En ese portal de internet también están a la venta las plantas. Los clientes pueden hacer los pagos a través de Visa y Master Card. Hasta el momento 12 inversionistas panameños están participando del innovador modelo de negocio agrícola.
VALOR AGREGADO
En la finca Geisha Gold Coffee también se instalarán unas cabañas con capacidad para cuatro personas cada una, donde los propietario de las plantas de café podrán alquilar a un costo que oscilará entre 110 y 160 dólares por noche.
En la estadía en la finca los visitantes podrán disfrutar de la naturaleza, observar aves como el quetzal, colibrí; también árboles como guanábana, chirimoya, aguacate y manzana.