La Comisión Europea propuso medidas menos estrictas para proteger al sector bancario del bloque ante futuras crisis, después de dos años de negociaciones infructuosas entre los 28 estados miembros de la Unión Europea (UE) sobre planes más ambiciosos.
Las propuestas diluidas están diseñadas para satisfacer a Alemania, la mayor economía del bloque y que rechaza la idea de compartir los riesgos del sector bancario entre los estados de la Unión Europea. Sin embargo, estas podrían crear fricciones con el Banco Central Europeo sobre la necesidad de reducir la exposición de los prestamistas a créditos incobrables.
El saliente ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, ha expresado reiteradamente sus preocupaciones respecto a que la distribución de los riesgos implique que los bancos germanos básicamente apañen a rivales más débiles en otros países de la UE, como Italia, Portugal o Grecia.
Para convencer a Alemania, cuyo nuevo ministro de Finanzas podría mostrarse igualmente reticente, la Comisión presentó un plan que disminuye la distribución de los riesgos bancarios y prevé condiciones más estrictas que los estados deben cumplir para que sus prestamistas puedan acceder a programas de rescate financiados por la UE.
El plan, revelado la semana pasada, descarta propuestas iniciales para que la protección de los ahorristas en casos de quiebra de bancos sea asumida equitativamente por el bloque y deja la carga financiera mayormente sobre los hombros de cada estado miembro.