La Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de Venezuela decretó una intervención de 120 días al Banco Occidental de Descuento, conocido como BOD, para proteger a los clientes en medio de los problemas administrativos que enfrenta el grupo, al que pertenece la entidad, con operaciones en Curazao y Panamá.
Al regulador bancario le preocupa que las intervenciones que ordenaron las autoridades panameñas y de Curazao, tengan un impacto sobre el BOD, que cuenta con seis millones de clientes en Venezuela.
El pasado 9 de septiembre la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP) tomó control del banco AllBank Corp que pertenece al Grupo Financiero B.O.D de Venezuela.
Según las autoridades panameñas, “el grupo accionista no atendió en tiempo y oportunidad los requerimientos de las acciones correctivas que esta superintendencia instruyó con la finalidad que se diversificara el alto grado de exposición de sus activos líquidos y servicios de custodia de sus inversiones en valores colocadas en partes relacionadas”.
Víctor Vargas, presidente del Grupo Financiero B.O.D, realizó en Venezuela una conferencia de prensa, tras conocerse la decisión tomada por el regulador venezolano.
El empresario aseguró que no se trata de ninguna intervención, ya que el banco sigue operando, y toda su planta ejecutiva y directiva está en su lugar.
“Es una medida administrativa, con la que el regulador quiere comprobar que todo está correctamente, y que las medidas tomadas en Curazao y Panamá no tendrán un efecto sobre las operaciones en Venezuela”, comentó.
A la SBP le inquieta que el 15% de los activos de AllBank eran custodiados por el Banco del Orinoco, que a inicios de septiembre fue intervenido por el Banco Central de Curazao.
Igualmente, explicó que las 16 licencias internacionales que tiene el grupo operan son de manera independiente, y agregó que en el caso del banco que opera en Panamá, solo representa el 4% del grupo.
En cuanto a la liquidación del Banco del Orinoco, explicó que el Grupo había tomado la decisión de cancelar esa operación que tiene un patrimonio de 400 millones de dólares y depósitos por 700 millones de dólares.
“Nosotros solicitamos la liquidación, pero no entendemos por qué el banco de Curazao quiere encargarse del proceso de cierre”, comentó.
Los planes del grupo venezolano se encaminan a tomar el patrimonio que tiene en Curazao para hacer adquisiciones bancarias en República Dominicana y en Panamá, donde espera tener mayores rendimientos.
