El turismo florece en Japón, pero una creciente cantidad de visitantes cambia las guías por una aplicación más conocida por las fotos de celebridades e imágenes de comidas: Instagram.
El servicio social de fotos compartidas demuestra ser especialmente popular entre quienes buscan destinos no habituales. Nagato, en el extremo sur de la isla principal de Honshu, recibió más de un millón de visitantes en 2017, un incremento de 36 veces en tres años. Luego de que CNN presentara la ciudad como uno de “los 31 lugares más bellos de Japón”, posteos del santuario local empezaron a inundar Instagram.
El archipiélago se ha convertido en uno de los mercados más activos de Instagram, y la cantidad de usuarios se ha duplicado con creces y ha llegado a más de 20 millones en los últimos dos años.
La gente recurre cada vez más a la plataforma de fotos compartidas propiedad de Facebook Inc., para decidir qué comer, qué vestir y a qué lugar viajar.
Hasta existe una frase, “Insta-bae”, o “digno de Instagram”, que ingresó al léxico japonés y se convirtió el año pasado en la más popular del país.
“Instagram difiere de otros medios sociales porque los usuarios son los que toman la iniciativa de postear y difundir las fotos, no las municipalidades locales”, dice Kazukiyo Yonemura, de la firma de marketing Full Speed Inc.
Según la Agencia de Turismo de Japón, el gasto de los turistas extranjeros se ha cuadruplicado d esde 2010 y ha llegado a un promedio de $1,400 por persona.