China será aún más abierta al mundo, dijo el presidente Xi Jinping, en su primer discurso público desde que se intensificó la semana pasada la disputa comercial con Estados Unidos.
China y Estados Unidos están inmersos en una creciente guerra comercial que tiene a ambos países imponiendo aranceles recíprocos a las importaciones. Justo antes del discurso de Xi, el Gobierno reportó un crecimiento sorprendentemente más débil en las ventas minoristas y la producción industrial de abril.
El gigante asiático anunció aranceles más altos a una serie de bienes estadounidenses valorados en 60 mil millones de dólares a partir del 1 de junio, en represalia a una decisión de Estados Unidos de aumentar los gravámenes a importaciones chinas por 200 mil millones de dólares.
Xi hizo estas declaraciones en un foro en Pekín organizado por el Ministerio de Propaganda, llamado Conferencia sobre el Diálogo de las Civilizaciones Asiáticas. No hizo referencia directa a la guerra comercial ni a Estados Unidos, centrándose en cambio en presentar a China como un país abierto a todos.
El mandatario aseguró que la civilización china es un sistema abierto que continuamente ha intercambiado y aprendido de otras culturas, entre ellas el budismo, el marxismo y el islam.
La China de hoy no solo es la China de China, dijo.