Las empresas son ahora un punto intermedio entre los avances tecnológicos y los consumidores. Están allí para acercar dos órbitas que parecieran antagonistas: la una virtual y programada, y la otra racional y sensitiva.
El anuncio de Google de la semana pasada corrobora el rol enunciado de las empresas. Esta multinacional invierte $47,000 millones en la instalación de cables submarinos de fibra óptica en el mundo. En la lista aparece uno de 10,000 kilómetros de longitud para conectar Los Ángeles, en Estados Unidos, con Valparaíso, Chile. Y Panamá se articulará con una extensión de mil kilómetros.
El presidente de la República, Laurentino Cortizo, ponderó las ventajas para las empresas de todos los tamaños, una vez se haga realidad el anuncio de Google respecto de Panamá. Ellas tendrán acceso a una mayor tecnología para ofrecerles mejores servicios a la gente, anticipó el mandatario.
En la práctica, las personas podrán calibrar el alcance de esos beneficios en usos tan cotidianos como: el envío de un correo electrónico, tramitar una cita médica, conversaciones por messenger, transacciones de pago, trazabilidad de un artículo adquirido por e–commerce o video–conferencias.
Hace dos semanas la firma McKinsey & Company presentó su Índice de Madurez Digital. Es un análisis global que por primera vez mide a Panamá y que abarca los avances en la transformación de las compañías. Permite, precisamente, interpretar cómo se encuentran ellas frente a avances tales como el cable continental anunciado por Google.
El estudio tuvo en cuenta las valoraciones de unas mil empresas de 63 países. De Centroamérica y el Caribe participaron alrededor de 60 empresas. En Panamá el índice dimensionó el comportamiento digital de los ámbitos financiero, comercial y tecnológico y de las telecomunicaciones. Estimó estos dos últimos ramos en un mismo capítulo.
“No había una muestra representativa para Panamá de todos los sectores”, comentó Joaquín Mejía, asociado de la firma para Centroamérica y el Caribe.
Panamá en el índice
En un rango de madurez de 0 a 100 establecido en dicho índice, las empresas líderes en Panamá se encuentran levemente por debajo de los líderes mundiales. Y se aproximan a la posición alcanzada por las compañías de Colombia, en tanto que en Perú se hallan las unidades empresariales más cercanas a las referencias globales. (Ver gráfico: Madurez digital por país).
En los sectores panameños identificados por el estudio, los líderes del sector bancario están muy próximos de las figuras globales en términos digitales. “Pero esto también significa que existe un gran espacio con el promedio de la banca en Panamá”, aduce Mejía, quien sostiene que según el estudio, el promedio de dicha industria está más atrás en comparación con las demás.
El comercio global exhibe los mayores avances digitales del mundo. De acuerdo con el índice, esta actividad registra los mejores puntajes globales al estar por encima de los 65 puntos. No obstante, una brecha “muy grande” media entre ese comportamiento global y los líderes de Panamá. Aun así, “este promedio está mucho mejor que el de la banca”.
El de tecnología y telecomunicaciones se encuentra “atrás de todos los sectores”. En el contexto global, este título se halla mucho más evolucionado que la banca, recuerda Mejía. A propósito, el índice muestra una mayor brecha entre el promedio de la industria panameña y los líderes globales.
Digitalizar, ¿para qué?
En la prestación habitual de los servicios, los rezagos de los sectores aludidos se evidencian, por ejemplo, en aquella semana que suele transcurrir antes de la respuesta de un banco a un cliente acerca de su reclamo de algunos dólares producto de una transacción de pago. O en la falta de sistematización de las abarroterías. O en las interrupciones del suministro de internet.
Digitalizar una empresa, por lo menos en Panamá, tiene varias presiones extra, como la facilidad de la población para acceder a un dispositivo móvil. De acuerdo con una gráfica de McKinsey, la adopción digital aumenta en Centroamérica y Panamá e se impulsa principalmente con la penetración de la telefonía móvil.
Panamá contabiliza 2.9 millones de usuarios de internet, es decir, un 35% más en comparación con los usuarios en 2014. Estos índices han hecho más exigentes a los consumidores. “La gente se acostumbra a recibir servicios desde otras partes del mundo, como sucede con Facebook o Uber, y quiere soluciones tan rápidas como las que ofrecen esas plataformas, que responden en cuestión de minutos o que si es del caso devuelven el dinero”, compara Mejía.
“Lo digital es más que una tecnología porque está cambiando la forma de hacer negocios de un modo fundamental”, sostiene Felipe Villarreal, socio de McKinsey & Co. para Centroamérica y el Caribe.
El experto enumera la relevancia de lo digital en tres aspectos. En primer término, conquista un consumidor y satisface el comportamiento de un cliente, con el respaldo de una irrupción de la tecnología.
En segundo lugar, cambia el juego en “las dinámicas competitivas fundamentales”, para impulsar nuevas fuentes de ventajas empresariales y nuevos modelos de negocios.
Y, por último, incluye la capacidad para mejorar el manejo de la información, y por ende reducir costos e impulsar ingresos, en lo cual se incorpora el concepto de analítica avanzada y el apalancar cantidades masivas de datos.
La encuesta de McKinsey parte de la evaluación de cuatro parámetros relacionados con el aspecto digital, aunque por sí solos rebasan lo tecnológico.
Mejía los identifica y explica así: una estrategia clara, la cual permite conocer las expectativas del cliente; valoración de las “capacidades”, que mide, por ejemplo, cuánto sabe una empresa de analítica avanzada; organización, cuya preponderancia se vuelve clave al buscar el talento para emprender un proyecto digital; y cultura organizacional, para cambiar la forma de hacer las cosas.
El cable de fibra óptica de Google avanza por las aguas del Pacífico como una anguila poderosa cargada de buenas energías, de soluciones tecnológicas acorde con las necesidades de la población. “La extensión hacia el país centroamericano está en construcción”, reveló Cristian Ramos, gerente de desarrollo e infraestructura de internet de Google.
El sector empresarial panameño tiene en la digitalización la puerta de entrada para ese cable submarino.
