El Reino Unido acelera sus planes de convertirse en líder en vehículos autónomos. El Gobierno otorgará esta semana 33 millones de dólares a seis proyectos que investigarán y probarán vehículos autónomos en autopistas y en pruebas de estacionamiento por control remoto.
Se trata de la segunda competencia en un programa que Richard Harrington, el ministro a cargo del sector automotor, pronostica que llevará a la producción de vehículos autónomos en el transcurso de los próximos 10 años.
La estrategia industrial británica posterior al brexit se concentra con fuerza en la tecnología, y la inteligencia artificial y los vehículos autónomos son dos áreas clave.
El país competirá con Estados Unidos, que está más avanzado en ambas tecnologías. Algunos funcionarios estiman que abandonar la Unión Europea le permitirá al Reino Unido ofrecer subsidios y estímulos impositivos que en la actualidad están limitados en el marco de las reglas del mercado común.
Es muy emocionante. Queremos proporcionar a la gente el entorno adecuado para que venga al país e invierta, dijo Harrington en una entrevista en Londres.
En EU, gigantes tecnológicos como Alphabet Inc. y Uber Technologies Inc. ya tienen proyectos de vehículos autónomos en marcha en varios estados. Con una inversión de $2 mil 250 millones de Vision Fund -de Softbank-, General Motors Co. busca ser la primera compañía automotriz que lleve un servicio de taxis autónomos a las calles en 2019.
China también experimenta con la tecnología, y el Gobierno brinda apoyo a la industria en una serie de proyectos.
El Reino Unido pronostica que el mercado global de vehículos autónomos tendrá un valor de 1.2 millones de millones de dólares para 2035 y quiere tener una tajada.
“El Gobierno británico sabe que la robótica y los sistemas autónomos son apuestas a largo plazo”, dijo Paul Newman, el fundador de Oxbotica.