El presidente electo Andrés Manuel López Obrador dijo que la decisión sobre el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México la tomarán los mexicanos a través de una consulta o una encuesta nacional que se realizará en octubre, después de que se pidan nuevos informes técnicos y se hayan realizado debates para escuchar todas las opiniones.
Sobre la mesa hay dos opciones: seguir con el proyecto que ya está en marcha o detener esas obras y mantener el actual aeropuerto junto con dos nuevas pistas que se construirían en la base militar de Santa Lucía, al norte de la ciudad.
López Obrador, que antaño había sido un detractor de la primera idea, afirmó que la decisión es muy compleja. El proyecto actual es mucho más caro, pero detenerlo costaría unos 5 mil millones de dólares.
Por eso se va a abrir un proceso de consulta a técnicos y luego se fomentará el debate para que la población pueda tener una opinión bien formada, ya que la consulta será vinculante para el futuro gobierno.
La construcción de un nuevo aeropuerto de la Ciudad de México es un proyecto que viene de lejos y que había suscitado fuertes protestas desde hace años por parte de los pobladores de la zona donde se proyectaba, un área lacustre al este de la capital.
El actual presidente Enrique Peña Nieto reactivó la idea y la presentó como el proyecto de infraestructura más ambicioso en años, con un presupuesto de unos 9 mil millones de dólares. En 2017, un consorcio liderado por la constructora mexicana Carso, propiedad de la familia del empresario Carlos Slim, ganó el contrato para la construcción del edificio principal de la nueva terminal.

