Esta semana me topé con un libro que me llamó la atención por dos razones. La primera por su título evidentemente suspicaz y; por el otro, por contar con un prólogo escrito por uno de los maestros más importantes de la comunicación iberoamericana: Joan Costa.
Este libro titulado Marcas Negras, es un compendio de investigaciones de expertos bajo la dirección de Fernando Oliveros y me llevó en retrospectiva al año 2000 cuando por primera vez tuve en mis manos otro libro titulado No Logo, escrito por Naomi Klein y que se transformó en un movimiento que llevó a grandes empresas y marcas mundiales a hacer ajustes en sus modelos de negocio. En ese libro se denunciaban las malas prácticas empresariales y la exigencia de una transformación profunda en sus sistemas productivos.
En el caso de Marcas Negras y tal como lo plantea Oliveros, el propósito es investigar hasta qué punto el mundo empresarial y de las marcas se adaptan a las últimas tendencias y principios socioeconómicos globales.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante, del Grupo de Investigación UA Brandscience, junto con prestigiosos directivos de empresas y asociaciones del consumo, han escrito el libro.
El trabajo editorial destaca que las marcas blancas son aquellos productos comercializados por las empresas de distribución que, desde la opacidad, ocultan la identidad del fabricante. Ahora, además, nace una nueva categoría de marcas opacas: las marcas negras.
El autor explica que “una marca negra, además de ser opaca como la marca blanca, es mentirosa”. Esto es así pues “se hace pasar por fabricante alguien que en verdad no lo es”. Y lo hace “silenciando y ocultando la identidad del fabricante real del producto en cuestión”.
En este sentido, es clara la importancia de ejercer la transparencia y comunicar abiertamente a los grupos de interés la identidad de las empresas implicadas en la cadena de suministro ante un consumidor más informado y que pide más información.
A lo largo de 12 capítulos se analizan las repercusiones reputacionales, éticas y legales de la opacidad, así como la irremediable necesidad de gestionar la transparencia dentro de las decisiones estratégicas de las empresas. Estos libros de denuncia, que cuentan con rigurosidad académica, lejos de constituir un ataque hacia las marcas y empresas, pueden ser un importante factor de transformación y cambio hacia buenas prácticas empresariales. Vale la pena darle un vistazo.