Los bonos del Tesoro de Estados Unidos se estabilizaron ayer, mientras los inversores evalúan si fue excesiva la reciente corriente vendedora, que llevó los retornos del papel referencial a máximos de casi siete años, y antes de comprobarse si la demanda se sostiene con nuevas subastas.
El Tesoro venderá 99 mil millones de dólares en bonos a intermedio y corto plazo esta semana, repartidos en 33 mil millones de dólares en papeles a dos años el martes, 36 mil millones de dólares en títulos a cinco años el miércoles y 30 mil millones en notas a siete años el jueves.
La demanda de nuevas emisiones de deuda estadounidense probablemente dependerá de si los inversores se sienten más atraídos por los rendimientos elevados o si se muestran reticentes a comprar bonos porque consideran que los precios podrían seguir bajando en el futuro.
A los inversores les inquieta un escenario de nuevas alzas en los rendimientos de los bonos, ya que la Reserva Federal parece en camino de subir su tasa de interés de referencia al menos dos veces más en lo que resta del año.
La preocupación por los déficits estadounidenses y un aumento en las necesidades de financiación del Gobierno presionaron también a los bonos.