México firmó ayer con tres bancos internacionales instrumentos financieros por hasta $8 mil millones para reestructurar la deuda de Petróleos Mexicanos, una medida con la que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aspira a ayudar a la petrolera, fuertemente endeudada y cuya producción cayó drásticamente en los últimos años.
Octavio Romero, director de Pemex, explicó en una conferencia conjunta con el mandatario y los representantes de las tres entidades bancarias -HSBC, JP Morgan y Mizuho- que después de cinco meses de negociación se logró acordar el refinanciamiento parcial de la deuda por $2 mil 500 millones y la renovación con mejores plazos y tasas de dos líneas de crédito por 5 mil 500 millones de dólares.
Esas líneas de crédito pasarán de un plazo de tres años a uno de cinco y su tasa estará por debajo del 5%. Asimismo, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa, anunció una reducción de las cargas impositivas para Pemex.