Panamá intenta resolver el estatus migratorio de los venezolanos que estén en el país cuya estadía como turistas esté por vencerse y que tengan servicio aéreo disponible para el regreso.
La Cancillería de la República emitió una guía aclarando algunas inquietudes. Entre ellas que el Servicio Nacional de Migración (SNM) prorrogará la visa de 30 días para quienes no puedan salir del país. Esta extensión podría ser hasta por un máximo de 60 días, según aclaró Javier Carrillo, director del SNM, por lo que tendrán ese tiempo para buscar una salida alternativa del país.
Igualmente, indicaron que en Venezuela se seguirá dando visa a venezolanos que deseen venir a Panamá.
La Cancillería también aclaró que no está previsto el cambio de las políticas migratorias relacionadas con asilos y refugiados y los procesos de deportación iniciados seguirán su curso.
Aunque Panamá fue el destino principal de gran parte de inmigrantes venezolanos en los últimos años, el flujo hacia el istmo se ha frenado, principalmente por la imposición de las visas para ingresar al territorio nacional.
Autoridades del Servicio Nacional de Migración señalan que la llegada de venezolanos se redujo hasta en 70 mil. Incluso, muchos ciudadanos que tenían procesos migratorios abiertos para optar por una residencia en Panamá optaron por trasladarse a Chile, Perú, Ecuador y Colombia desde el istmo.
En el primer trimestre de este año, el movimiento migratorio de venezolanos fue de 71 mil 286 personas, de las cuales 36 mil fueron de entrada al país y 35 mil 282 de salida.
En 2017, se contabilizaron 518 mil 040 venezolanos en el movimiento migratorio panameño; de esta cantidad, 268 mil 677 ingresaron al terrotorio nacional y salieron a distintos destinos 249 mil 363.
Las autoridades abrieron el año pasado un período para que algunos venezolanos y ciudadanos de otras nacionalidades regularizaran su situación legal en Panamá, a través de los decretos 167 y 168. Bajo este régimen especial, el Servicio Nacional de Migración aprobó 15 mil 704 permisos de residencia temporal a venezolanos entre 2016 y lo que va de 2018.
La reciente suspensión de las operaciones de Copa Airlines a Venezuela, bloqueadas por el gobierno de Nicolás Maduro, y la medida de retorsión de Panamá de supender las aerolíneas venezolanas que operan hacia el istmo desde el 25 de abril, deja en el limbo no solo a quienes están en tránsito o vienen de visita.
La comunidad venezolana que vive en Panamá no tendrá ahora la facilidad de un vuelo de solo dos horas para visitar su país.
Peter Cerdá, vicepresidente para América Latina de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, envió una carta al Ministro de Transporte de Venezuela, Carlos Osorio, alertando sobre lo perjudicial de la suspensión de Copa Airlines.
En Caracas, el consulado de Panamá sigue operando. “Si bien el embajador fue retirado, la Embajada de Panamá en Venezuela se encuentra operativa. El personal está atendiendo los trámites consulares en los horarios regulares, y se encuentra en manos del encargado de negocios, Raul Rolla”, aclaró la Cancillería.
Según la Cámara de Integración Venezolana Panameña, en el istmo hay más de 400 empresas de capital venezolano en muchos sectores que han invertido su capital en el país. El intercambio comercial, sin embargo, viene descendiendo.
Las importaciones desde Panamá hacia Venezuela pasaron de mil 700 millones de dólares en 2014 a 650 millones de dólares en 2017, según el país suramericano.