El grupo de alimentación suizo Nestlé anunció que acordó vender su negocio de golosinas en Estados Unidos a la italiana Ferrero por 2 mil 800 millones de dólares, la primera gran venta de su presidente ejecutivo, Mark Schneider, y un pequeño paso en su camino hacia los productos más saludables.
Nestlé, la mayor compañía mundial de comida envasada, se refirió a su débil posición en Estados Unidos, donde está por detrás de Hershey, Mars Inc. y Lindt, como la razón de la venta.
Sin embargo, una exposición reducida al chocolate se ajusta también al objetivo de la firma helvética de convertirse en una compañía de “nutrición, salud y bienestar”.
Aunque Nestlé está preservando sus operaciones ajenas a las golosinas en Estados Unidos, banqueros y analistas indicaron que podría reducir aún más sus intereses.
El negocio estadounidense de Nestlé, con marcas como BabyRuth, Butterfinger y Crunch, lleva años con un desempeño inferior a sus rivales, ya que los consumidores apuestan cada vez más por productos más sanos, como las barras de frutas y marcas premium de chocolate como Lindt.
El cambio de enfoque llevó a Nestlé a presentar una oferta por la división de vitaminas y suplementos puesta a la venta por la alemana Merck, tras acordar el mes pasado la compra del fabricante de vitaminas Atrium Innovations.
Por su parte, para la empresa familiar Ferrero, el acuerdo le da la oportunidad de aumentar rápidamente su tamaño en EU.
El fabricante de la crema de cacao Nutella y de los bombones Ferrero Rocher se convertirá en la tercera mayor compañía de chocolates en EU y a nivel global.