Vloguera (de la mezcla de video y blogs, vlogs), apasionada de los viajes, trabaja a tiempo parcial para una empresa norteamericana, maneja las redes de su empresa y controla las de una compañía de comida rápida para una de las franquicias más grandes de América Latina.
Hace poco fue mencionada por la revista Forbes como uno de los “seis millenials que viven viajando alrededor del mundo”.
Andrea Valeria Carrillo vive el sueño de muchos. Tiene 28 años y es la propietaria y creadora de la cuenta It’s a Travel O.D.
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Cada vez es más común leer artículos de personas que lo han dejado todo y han vendido sus pertenencias para viajar alrededor del mundo. Es emocionante, incluso inspirador, pero la realidad es que pocos se atreven a seguir esos pasos.
Con Carrillo no ha sido lo mismo. El gusanito de viajar le llegó cuando estaba estudiando comunicaciones en la universidad, a los 17 años, y de eso ya hace más de una década.
Desde entonces ha llamado “hogar dulce hogar” a Misuri, Orlando, Tampa, Miami, Hawai, Argentina, Uruguay, Costa Rica y, ahora, a México.
Su pasión por los vlogs (galería de videos y fotos) comenzó desde temprano, aunque no lo tomó en serio porque estaba trabajando como reportera de noticias en Tampa, Florida.
Se ocupaba de las noticias locales que incluían crímenes, y al poco tiempo se aburrió. Consiguió trabajo con una empresa que estaba comenzando a prestar servicios de fotografía a los hoteles en Hawai y fue contratada en un puesto de operaciones.
“Me fui por dos años a Hawai, viviendo en diferentes islas”, recuerda Carrillo.
Se dio cuenta de que tenía muchas reuniones con los jefes en forma remota, desde Skype, o Whatsapp o llamadas por celular. Le planteó a sus jefes la posibilidad de cumplir con su cargo de trabajo mientras viajaba y dos semanas después que le dieron ese voto de confianza, estaba mudándose a Buenos Aires, Argentina. Allá vivió seis meses.
El ‘VLOG’
Carrillo estaba buscando algo barato, pero no tan lejos como Tailandia, para vivir. Prefería un lugar donde hablaran español y se dio cuenta de que muchos lugares sólo otorgan tres meses de permiso. “Pero si sales a Uruguay y vuelves a Argentina, tienes tres meses más”, advierte ella.
Estando en Argentina, creó el vlog It’s a Travel O.D., mientras trabajaba a tiempo completo con la empresa hawaiana en una zona con siete horas de diferencia.
Tenía que estar conectada desde las 3:00 p.m. hasta las 11:00 p.m. El horario le dio tiempo para filmar videos y editarlos en la mañana. Y a medida que pasaba el tiempo, se dio cuenta de que debía buscar otro ingreso si quería dedicarse de lleno a su vlog.
EXTRAS
En el mes de abril de 2016, a Carrillo le ocurrieron tres hechos asombrosos: se mudó a la ciudad de México, consiguió negociar un contrato para trabajar medio tiempo con la empresa hawaiana y volvió a Panamá.
El panorama que encontró en su ciudad natal no fue el esperado. Su madre se había quedado sin doméstica y como millenial escribió un estatus bajo #AskFacebook. Buscaba recomendaciones de domésticas, nanas, doctores, mecánicos, entre otros.
La madre de Carrillo estaba por jubilarse y tendría tiempo extra entre manos. Se le ocurrió crear Klin Haus, una empresa de servicio de domésticas y se dividirían el trabajo.
Mientras la madre estaría a cargo de reclutar y entrenar a las cleaners y tratar con los clientes, Carrillo sería la community manager, a cargo de la página web, las redes sociales, las reservaciones y las promociones.
Entre lo que Carrillo establecía la estructura con su madre y sacaban los permisos pertinentes, tardaron tres meses. Comenzó a operar a mediados de septiembre y desde entonces han tenido una buena acogida del público. A partir de $35 brinda una limpieza básica en un apartamento de 115 metros cuadrado.
Volvió a México y actualmente reside en Playa del Carmen.
“Si eres capaz de ahorrar $30 mil dólares para dejar tu trabajo y vivir por un año, bien por ti. Pero no es lo más realista. Lo que me ha funcionado es hacer la transición de tiempo completo a tiempo completo viajando. Después part-time”, reflexiona Carrillo.
Los contratos que ha mantenido son bastante flexibles, pero los ha conseguido a través del networking que ha hecho.
Carrillo admite que no le gustan las rutinas y se considera bastante adicta al trabajo. Por eso, le es fácil tener varios proyectos a la vez, lo cual sirve por si uno falla, lo que de alguna manera le da la estabilidad económica que necesita en caso de que algún ingreso no se concrete.
“De lunes a jueves trabajo todo el día y desde el viernes aprovecho para viajar y hacer videos”, dice ella.
En Playa del Carmen ha encontrado una comunidad de nómadas digitales. Fotógrafos, blogueros de viaje o diseñadores gráficos. Se reúnen a menudo para compartir experiencias en el mundo del emprendimiento.
“Mucha gente encuentra difícil hacer amigos o tener un novio”, advierte Carrillo, pero a través de las redes sociales uno puede mantener las relaciones y conocer más gente.
En este momento Carrillo es residente de México y considera Playa del Carmen como su hogar, por lo menos hasta marzo que se vence el contrato en su apartamento.
