Más de 20 embarcaciones pesqueras norcoreanas llegaron a Japón el mes pasado en tanto las sanciones llevan a los pescadores del régimen aislado a aventurarse más lejos de la costa en precarias naves de madera.
Corea del Norte se ve obligada a impulsar la producción local de alimentos en momentos en que sanciones de Naciones Unidas por sus programas nucleares y de misiles limitan el acceso del país a monedas y mercados extranjeros, según Hideshi Takesada, profesor de la Universidad Takushoku en Tokio.
Ese esfuerzo se ve complicado por la venta de derechos pesqueros a China, lo que lleva a los ciudadanos norcoreanos a buscar zonas de pesca más distantes, dijo.
Corea del Norte ha vendido derechos pesqueros a China en el Mar de Japón para obtener moneda extranjera, informó en agosto Yonhap News, que citó a un funcionario de inteligencia cuya identidad no reveló.
Eso le reporta al líder Kim Jong Un $75 millones anuales, dijo la agencia de noticias. Si bien se observan decenas de embarcaciones a la deriva todos los años, el mes pasado hubo un aumento de la cantidad y algunos pescadores sobrevivieron a una odisea que con frecuencia es más mortífera.