En Barú, provincia de Chiriquí, se pondrán a prueba 10 nuevas variedades de palma africana que sean resistentes al ataque de la enfermedad conocida como “flecha seca”, que afecta el cogollo de la planta. También se busca obtener mayores rendimientos.
El material genético de la especie proviene de Costa Rica y será puesto a prueba por miembros del Programa de Investigación de Palma Aceitera del Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (Idiap).
A través de un acuerdo de cooperación técnica con la empresa ASD-Costa Rica se obtendrán los nuevos materiales genéticos, entre los que destacan los híbridos interespecíficos.
El próximo año se establecerán los viveros y en 2019 se tiene programado el transplante de las palmas en el campo. Se planea sembrar 143 plantas por hectárea en parcelas demostrativas, manifestó Ricardo Jiménez, encargado del Programa de Investigación de Palma Aceitera del Idiap.
El cultivo de palma africana es muy exigente en la nutrición y fertilización. Con estas nuevas variedades se le brindará al productor transferencia de tecnología y conocimientos técnicos para un manejo integral del cultivo.
En Barú se cultivan las variedades de palma: deli x ghana, deli x nigeria, deli x la mé y tanzania x ekona.
La variedad deli x ghana, de crecimiento vertical moderado, produce racimos grandes con un peso de 22 kilogramos. Su contenido de aceite está entre un 28% y 30%; y sus frutos son medianos y bien formados. Además, se destaca por tener hojas cortas, característica que permite plantar 160 palmas por hectárea.
La deli x nigeria tiene rendimientos extraordinariamente altos en condiciones óptimas de clima y suelos. En tanto, las variedades deli x la mé y tanzania x ekona tienen rendimientos entre 28% y 30% de aceite y ambas se destacan por su buena tolerancia a la sequía.
En el país se cultivan 24 mil hectáreas de palma aceitera y 16 mil hectáreas corresponden a Barú.