Después de cuatro años de baja actividad comercial que provocaron los trabajos de ampliación, la calzada de Amador empieza a recuperar el brillo perdido.
Los dos carriles adicionales que se añadieron, sumado a los espacios públicos habilitados en la zona, han permitido que las personas regresen al lugar.
Estos trabajos costaron $74.8 millones, cerca de $8 millones adicionales a su costo original, debido a trabajos solicitados por el Gobierno.
Sin embargo, esta nueva bonanza se puede reducir en el corto plazo si no se construye un nuevo acceso a la calzada que facilite la entrada y salida de los automóviles a ese lugar.
Así quedó plasmado en la actualización del plan maestro de Amador que desarrolló la consultora española Tourism, Business & Planning (C4T), a solicitud de la Unidad Administrativa de Bienes Revertidos (UABR), entidad adscrita al Ministerio de Economía y Finanzas.
En su análisis la firma española, que en 2011 realizó el primer estudio sobre el potencial de Amador, prevé que la operación del puerto de cruceros en isla Perico y la inauguración del nuevo centro de convenciones, incrementarán el flujo vehicular.
La calzada de Amador conecta tierra firme con las islas Naos, Perico y Flamenco.
Ante el movimiento de automóviles que se registra en horas de la tarde en la cinta costera 3 (CC3), C4T recomienda construir un viaducto sobre el mar partiendo desde el estadio Maracaná, hasta la rotonda del Paseo de las Banderas, justo en la entrada del nuevo anfiteatro y el Museo de la Biodiversidad.
Voceros de la UABR indicaron que la construcción del nuevo acceso ya se está analizando con carácter de “urgencia” con el Ministerio de Obras Públicas (MOP).
Añadieron que se estudia la capacidad de las instalaciones básicas de servicio y de saneamiento para determinar si es necesario ampliar esta infraestructura.
De acuerdo con estimaciones de la consultora, el nuevo acceso tendría un costo de $40 millones, pero todo dependerá del diseño final que apruebe el Estado.
Adicionalmente a la nueva entrada desde la CC3, la compañía proyecta que en el corto plazo será necesario ampliar nuevamente la calzada hasta Naos. Además, crear estacionamientos, zonas comerciales y áreas de esparcimiento.
Funcionarios de la UABR comentaron que se decidió actualizar el plan, porque en el pasado no se siguieron los lineamientos del estudio, hecho que provocó que muchos comercios en la zona cerraran y el área perdiera competitividad frente a otros sectores de la capital.
Para gestionar el desarrollo en Amador, la consultora española concluyó que sería positivo crear un patronato o agencia que se encargue de mantener comunicación directa con las instituciones involucradas en los proyectos de inversión que se levantarán en la zona.
“Se está analizando la creación de la Agencia de Amador, y cómo este ente se financiará durante sus primeros cinco años, esto no implica que la UABR cederá la administración de estas tierras, sino que será un organismo de gestión gubernamental”, indicaron voceros de la institución.
En el estudio se menciona que entre los mil 800 metros que hay entre el Biomuseo y la isla Naos no hay opciones de esparcimiento, más allá de la vista hacia el Canal de Panamá y la ciudad capital.
Por ello, la recomendación de la compañía es habilitar una serie de plataformas que se construirían sobre pilotes con vista hacia la ruta de la vía acuática.
Estas plataformas, que contarían con estacionamientos propios, se utilizarán como áreas comerciales, zonas de esparcimiento, miradores y anfiteatros al aire libre.
Igualmente, C4T sugiere instalar un parque de esculturas sumergidas que queden al descubierto con el movimiento de las mareas.
DESARROLLO INMOBILIARIO
Los lotes en la entrada de Amador colindante al antiguo Figali y aquellos que están al frente del nuevo centro de convenciones de Amador, que debe estar operativo en 2018, tienen el potencial para albergar un área residencial de baja densidad, según la consultora española.
En la UABR señalaron que este desarrollo no implicaría cambiar la zonificación existente en el área, que limita la altura de los proyectos hasta un máximo de 30 metros de elevación.
Estos proyectos y demás desarrollos en la zona se darían a través de concesiones o venta de terrenos, dependiendo de la propuesta que reciba la UABR.
NUEVAS MARINAS
Dentro del documento de 192 páginas se contempla la ampliación de las marinas existentes, y además plantea una nueva instalación de gran tamaño entre el Biomuseo y Naos, proyecto que sería concesionado por la Autoridad Marítima de Panamá (AMP).
En este sentido, Gimara Tuñón, directora general de Puertos e Industrias Marítimas Auxiliares de la AMP, manifestó que la entidad no tiene entre sus proyectos la concesión de la marina que incluyó C4T en su informe.
“Este proyecto es una recomendación que hicieron diversos actores del sector marítimo, pero la AMP no tiene nada relacionado con marinas en el corto plazo para Amador”, señaló.
A diferencia del proyecto denominado como Amador Ciudad Marina, que el empresario Rafael Bárcenas pretendió levantar en Amador, que involucraba el relleno de 36 hectáreas y que incluía la construcción de edificios, la marina propuesta por C4T solo sería para el amarre de embarcaciones de diferentes tamaños.
Tuñón señala que el área que propone la consultora española es una de las últimas zonas con potencial para instalar una marina en Amador, por lo cual, este proyecto será añadido en el plan maestro sobre el sector marítimo panameño que realizará el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y que forma parte de un convenio no reembolsable que firmó el Estado.
“Ellos realizarán una licitación internacional y el consultor que sea seleccionado tiene que instalarse en la AMP por nueve meses y trabajar con el personal de la institución para definir los lineamientos del desarrollo marítimo hasta 2040”, dijo.
Se estima que todos los proyectos recomendados por la consultora española, que contemplan la construcción de nuevos estacionamientos, áreas públicas y un hotel de capacidad mediana para resaltar la marca “Amador” a nivel internacional, representarán una inversión de aproximadamente mil 735 millones de dólares.
La inversión de infraestructura pública correría por parte del Estado, mientras que el desarrollo comercial lo haría el sector privado por medio de concesiones y venta de terrenos.
Esta inversión dejaría una facturación anual para empresarios y las arcas estatales de $400 millones, según cálculos de la firma española.