Los inversores en bonos y Fitch Ratings están llegando a conclusiones radicalmente distintas respecto de Office Depot de México.
Los $350 millones en obligaciones negociables de la empresa con vencimiento en 2020 vendidas por primera vez en 2013 subieron un 10% este año, empujando los retornos hasta cerca de un mínimo récord, en tanto el gigante de los insumos para oficina ayuda a su sociedad matriz a reducir deuda aun después de realizar adquisiciones.
El año pasado, la unidad del minorista Grupo Gigante SAB con sede en Ciudad de México compró Radio Shack de México, S.A. y Prisa Proveedores Integrales, S.A. de Chile.
Sin embargo, el mes pasado Fitch rebajó su perspectiva correspondiente a la calificación BB+ de la compañía a negativa, advirtiendo que un debilitamiento de la moneda mexicana amenaza con aumentar los niveles de apalancamiento de Office Depot de México.
Si bien la compañía se protegió contra una caída del peso, dicha medida no es suficiente, dijo la analista de Fitch, María Pía Medrano.
“Es operativamente una empresa fuerte, pero tiene una piedra en su zapato y es una piedra que para nosotros podría ser importante”, dijo desde Ciudad de México.
La caída del peso mexicano desde que Office Depot de México comenzó a vender los bonos en 2013 hizo subir un 30% el valor de los bonos en moneda local y “consideramos que eso es algo importante”.
Por su parte, un indicador del apalancamiento de Gigante cayó en los últimos 12 meses. Su ratio deuda neta/ganancias antes de partidas especiales cayó hasta 2 veces en el segundo trimestre desde 2.9 veces 12 meses antes.