Una corte suspendió la venta de algunas unidades sudamericanas de JBS SA., horas antes de que la Fiscalía de Brasil pidiera congelar los activos del mayor procesador de carne del mundo.
Ricardo Augusto Leite, un juez con sede en Brasilia, dijo en un fallo del 19 de junio que se hizo público ayer que sería “prematuro” permitir la venta de las operaciones de JBS en Uruguay, Paraguay y Argentina a la rival Minerva SA por 300 millones de dólares, mientras continúan las investigaciones a la empresa y sus accionistas controladores.
JBS dijo en una presentación que apelará la decisión, mientras que Minerva aseguró que pagaría hasta que el acuerdo se cierre.
En una decisión aparte, la Procuraduría General de Brasil presentó una solicitud al Tribunal de Auditoría de Brasil para que los activos de JBS y las personas afiliadas a la compañía se congelen.
La oficina argumentó en un comunicado en su sitio web que la venta de activos ahora podría perjudicar cualquier oportunidad para que las autoridades recuperen las posibles pérdidas para el Gobierno derivadas de las infracciones cometidas por la compañía.
La noticia llega un día después de que JBS dijo que está tratando de recaudar hasta mil 800 millones de dólares a través de ventas de activos en una medida dirigida a reducir la deuda y aliviar las preocupaciones de los acreedores.
El plan de escisión ocurre después del acuerdo de la casa matriz J&F Investimentos SA en mayo de pagar una multa récord de 3 mil 100 millones de dólares como parte de un acuerdo sobre sobornos y otros delitos.
Wesley y Joesley Batista, los magnates de la carne que controlan JBS, reconocieron el mes pasado que estaban involucrados en el soborno de más de mil 800 políticos, provocando el derrumbe de los activos brasileños y desencadenando una turbulencia política.